La oportuna llamada a la sala del 092 de la Policía Local
efectuada por unos viandantes logró que no se llegara a
perpetrar un delito de mayores dimensiones.
El ceutí K.A.A, de 26 años de edad aguardaba en un vehículo
Mercedes 190, en la Avenida de Madrid. En las cercanías,
cuatro niños marroquíes de entre 8 y 12 años iban a vivir
una situación de especial tensión. El reloj apuntaba a las
once menos cuarto de la noche del pasado domingo cuando el
ahora detenido se las apañó para que los pequeños se
acercaran hasta él y, según la descripción de los testigos,
en árabe los fuera montando en su vehículo, no sin
dificultad ante la “negativa de los niños”. En concreto, la
niña, al parecer, había sido introducida en el maletero del
automóvil. Acto seguido, el jóven se subió al automóvil para
salir con cierta celeridad de la zona.
Esta maniobra fue vista por algunos viandantes y, ante la
sospecha de que algo nada normal estaba sucediendo, dieron
aviso a la Policía Local.
De un modo realmente rápido y eficaz, los efectivos
policiales de la Ciudad Autónoma montaron un dispositivo de
búsqueda, en función de las descripciones claras tanto del
vehículo como del individuo que fueron aportadas por los
testigos.
Los agentes, en varios vehículos patrullas, se dirigieron a
las zonas por donde, supuestamente, se había dirigido el
Mercedes 190.
Batidos los diferentes lugares del entorno de Hadú-San José,
no se visualizaba un vehículo de tales características. Sin
embargo unos vecinos con propiedades en las proximidades de
la carretera del Pantano del Renegado vieron correr llorando
a tres niños y alertaron a la Policía Local. Con la misma
rapidez, un vehículo radiopatrulla se aproximó al lugar
topándose con los pequeños. Los agentes se dirigieron por la
carretera de subida hacia el Pantano con casi la certeza de
que iban a encontrar al vehículo en cuestión; el reloj
marcaba las once y diez, sólo veinte minutos después de la
primera llamada de alerta recibida.
De hecho así fue. Los agentes se presentaron, de improviso y
tras el acecho, sobre el individuo que ya había reclinado el
asiento del copiloto con la niña de 12 años y presuntamente
con intenciones nada edificantes. Fue detenido en ese mismo
instante y trasladado hasta las instalaciones de la Jefatura
Superior de Policía donde se presentaron tanto a los niños
como al detenido para formular las consiguientes denuncias y
dejar el asunto en manos de la Brigada de Policía Judicial y
de la Fiscalía.
Rapto, intento de violación y pederastia
El joven ceutí detenido de 26 años, casado y con hijos, se
enfrenta a los delitos de rapto, intento de violación y
pederastia por ser presuntamente culpable de ellos en
función de los testimonios de los pequeños en su declaración
ante la Policía. De hecho, la niña gritaba: “¡me quería
violar!”.
El informe médico practicado a la niña de 12 años reflejaba
que no había sido víctima de abusos sexuales en esta
ocasión, aunque sí se incidía tras la exploración, en que la
menor marroquí había sufrido o mantenido, con su edad,
relaciones sexuales completas y, supuestamente no
consentidas.
Centros de menores
Los cuatro menores marroquíes de Tetuán (tres niños y una
niña de entre 8 y 12 años) y protagonistas de este suceso
son residentes de dos centros de acogida ceutíes. En
concreto, dos de los niños estaban recogidos en el centro de
San Antonio ‘La Esperanza’ y tanto la niña como el tercer
niño pertenecían a los recogidos del centro de menores
‘Mediterráneo’.
Lugares a los cuales fueron trasladados una vez
cumplimentadas las oportunas diligencias practicadas ante el
suceso en cuestión.
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