La obras de la futura EDAR (Estación Depuradora de Aguas
Residuales) supondrá un coste de 22’2 millones de euros que
serán costeados por la Sociedad Estatal Aguas de la Cuenca
del Guadalquivir (AQUAVIR) en un 85 por ciento a través de
los fondos de cohesión de la Unión Europea y la Ciudad
Autónoma de Ceuta en un 15 por ciento en su calidad de
usuario; su ubicación definitiva será la ladera del Monte
Hacho próxima al cementerio de Santa Catalina.
En la actualidad, Ceuta, con una población superior a los
76.000 habitantes y una población flotante en torno a los
30.000, vierte sus aguas residuales directamente al mar, sin
ningún tratamiento previo de depuración. Dado que la Ciudad
Autónoma tendría que haber dispuesto de una depuradora de
aguas antes del 1 de enero de 2001, problemas “técnicos”
hicieron necesaria una ampliación del plazo máximo de
cumplimiento que quedó establecido pàra el 31 de diciembre
de 2005.
Tanto AQUAVIR como la Ciudad Autónoma suscriben un convenido
de financiación para la ejecución, explotación y
mantenimiento de las obras que serán adjudicadas en breve
después de su licitación el pasado julio de 2005.
El proyecto contempla la construcción de la EDAR, así como
la impulsión de aguas residuales desde la estación de bombeo
de San Amaro a la propia EDAR, y la salida de aguas tratadas
al mar mediante un emisario de 625 metros de longitid, de
los cuales 505 metros son en tramo submarino.
Proyecto global
Enmarcada dentro las actuaciones del Programa A.G.U.A. en
Ceuta que el Ministerio de de Medio Ambiente impulsó en 2005
para garantizar el abastecimiento de agua potable a la
ciudad. Cabe reseñar, como dato, que tras las peticiones del
gobierno de Ceuta en este sentido, la Administración central
está dando cumplida respuesta a una necesidad imperiosa de
la población. De este modo, se ha ejecutado la primera fase
de la red de abastecimiento y se trabaja ya en la segunda;
además está a punto de iniciarse las obras de la futura
Estación Depuradora de Aguas Resuduales tras la firma del
acuerdo entre la Sociedad Estatal de Aguas de la Cuenca del
Guadalquivir y el propio Ministerio de Medio Ambiente el
pasado 17 de abril.
La actuación
La primera actuación consistirá en la remodelación y
adecuación de la Estacion de Bombeo de San Amaro, que
impulsará las aguas residuales hasta la nueva EDAR (ubicada
en la proximidad del cementerio de Santa Catalina) y se
dotará de un sistema de rejas para retener los sólidos de
mayor tamaño presentes en el agua protegiendo así los
equipos de bombeo.
La nueva EDAR estará dimensionada para una población de
120.000 habitantes y tendrá una capacidad para tratar 30.000
metros cúbicos al día, o lo que es lo mismo, unos 250 litros
por habitante y día.
EDAR
La nueva estación dispondrá de una ‘Línea de agua’ y una
llamada ‘línea de fangos’.
La linea de agua contará con un pretratamiento; un primer
paso para eliminar sólidos de menor tamaño (arenas, grasas,
espumas) que son recogidos y transportados hasta un
contenedor de reisduos. Las arenas y las grasas del agua son
extraídas tras un proceso de concentración para separarlas
del agua sobrante. Un segundo paso es la ‘Decantación
Primaria’ en la que el agua reduce su velocidad de paso por
lo que las partículas, debido a su propio peso, caen al
fondo mientras que el agua más clara queda en la superficie.
El tercer paso es el llamado de ‘Decantación Secundaria’ en
el que se separa el resto de fango, quedando el agua
depurada en la superficie. Finalmente, el último paso es el
denominado ‘Tratamiento Terciario y Reutilización’ por el
que se filtra y desinfecta el agua para eliminar
microorganismos nocivos que puedan quedar. Este tratamiento
permite además la utilización de parte de este afluente para
otros usos, como el de riego de parques, campos de golf,
limpieza de calles. Es la llamada reutilización.
El sobrante del agua que no puede reutilizarse es enviada al
mar mediante un emisario a más de 500 metros de la costa.
Por último, la ‘Línea de Fangos’ es la fase en la que se da
tratamiento al fango extraido en los decantadores primarios
y secundarios. Consiste en un ‘espesamiento de los fangos’ y
en una ‘digestión’. En ella, el fango, almacenado en una
cámara cerrada, y en ausencia de oxígeno, fermenta tras
permanecer un tiempo a una cierta temperatura,
transformándolo en un fango estabilizado, que no es
peligroso y que incluso, con un tratamiento posterior
adecuado puede tener otros usos, por ejemplo en agricultura.
El fango, una vez digerido se seca y se almacena en un gran
silo hasta su retirada.
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