La AD Ceuta afronta las tres últimas jornadas de Liga con la
permanencia casi atada, después de una temporada aciaga
marcada por el sinfín de empates y los muchos tropiezos en
el Murube. Los caballas, que tras caer ante el Écija por 3
goles a 4 tenían los dos pies en Tercera División,
reaccionaron con la llegada de Carlos Orúe, un técnico
curtido en mil batallas, que conoce como nadie la categoría
y sabe exprimir las cualidades de los jugadores que tiene a
sus órdenes. Con el jerezano en el banquillo el Ceuta sumó
15 puntos en ocho jornadas producto de cuatro victorias,
tres empates y una sola derrota y lo más importante puso
suficiente tierra de por medio con la zona de descenso. La
continuidad en la categoría está virtualmente garantizada,
pero falta la confirmación matemática. Y la misma debe
producirse esta tarde en La Fuensanta donde espera un
Conquense con el agua al cuello, al que sólo le sirve el
triunfo para llegar ‘vivo’ a las dos últimas jornadas. Los
caballas quieren aprovecharse de la ansiedad y las urgencias
de su rival para puntuar y afrontar con toda la tranquilidad
del mundo la penúltima cita de la temporada en el municipal
El Prado ante el Talavera de Miguel Ángel Iglesias.
Orúe vuelve a contar con tres bajas sensibles, Juanma,
Perita y Moisés, pero confía en los que salgan para frenar
la ofensiva del Conquense y poner en apuros a Raúl Iglesias
y sus compañeros de la línea defensiva. La principal novedad
en el once tiene nombre propio: Salvador González Novoa. El
de Fuengirola será titular después de 33 partidos
consecutivos en el banquillo. Nayim puede suplir a Juanma y
formar la línea de atrás con Cerveró, Mario y el
incombustible Sandro. En el centro del campo puede regresar
David Franch y arriba repetirán Miguel y Diego Gastón
Herrera.
Salvachúa apostará por el 4-4-2 con Borja Aristizábal en
lugar del lesionado Lozano y Mata en el doble pivote junto a
Municio. Mikel Rico, bigoleador ante el Alcalá, atraviesa un
notable momento de forma.
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