La Policía Nacional de Ceuta ha desarticulado una red
dedicada al tráfico y explotación de trabajadores ilegales
que operaba en locales hosteleros de cinco cuarteles
militares de la Ciudad Autónoma. En la operación,
desarrollada en colaboración con la Inspección de Trabajo y
el Ministerio de Defensa, han sido detenidos tres
responsables de la organización y once empleados, entre
ellos un menor de edad.
Los detenidos, responsables de una empresa familiar de
hostelería que tenía la contrata de los bares y cafeterías
de acuartelamientos de la ciudad, empleaban a trabajadores
en situación irregular procedentes de Marruecos para las
cantinas de cinco cuarteles cuya localización no ha
trascendido al ser decretado el secreto de sumario.
La investigación sigue abierta y la Policía no descarta
nuevas detenciones. A raíz de la detención, Defensa ha
comprobado la situación del resto de las contratas de los
ocho cuarteles restantes sin hallar irregularidad alguna.
La empresa acusada de emplear a trabajadores irregulares
había obtenido la contrata en enero de este año y era la
primera relación contractual con Defensa. Algunas contratas
ostentan la gestión de los bares y cafeterías de los
cuarteles desde hace varios años, aunque este no era el
caso, señalan fuentes de Comandancia General. La
adjudicación de las contratas se renueva cada año.
Catorce detenidos
Los tres responsables de la red ilegal, S.M.A., de 49 años y
nacionalidad española y responsable de la empresa; M.K.,
natural de Marruecos, de 26 años de edad y L.H.A.,
organizador de la trama y cuya nacionalidad no ha sido
facilitada, además de los once trabajadores detenidos (entre
ellos un menor y una ciudadana española de 34 años) han
pasado ya a disposición de la autoridad judicial competente.
La investigación comenzó a final del pasado abril cuando se
tuvo conocimiento de que una empresa familiar del ramo de la
hostelería podría estar empleando trabajadores ilegales
procedentes de Marruecos, informó ayer la Delegación del
Gobierno en un comunicado.
Los agentes constataron que la empresa tenía empleados a 15
trabajadores en cinco acuartelamientos, si bien la
información que obraba en poder del estamento militar era
que se trataba de españoles, según la documentación
aportada.
Documentación falsa
La Policía Nacional comprobó que los documentos entregados
estaban falsificados. Los detenidos habían manipulado los
documentos legales para sustituir la fotografía del titular
por la de otra persona, en este caso el trabajador
contratado, en situación irregular en nuestro país. Del
mismo modo, se tuvo conocimiento de que prácticamente todos
estos trabajadores se hospedaban en dos viviendas de Ceuta,
propiedad de los titulares de la empresa, desde donde eran
repartidos y recogidos a diario a su puesto de trabajo por
un vehículo de la empresa.
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Los empleados ilegales, de origen marroquí, cobraban cien
euros
El modus operandi no es nuevo. Se
sabe que en la Ciudad Autónoma hay un numero elevado de
trabajadores en situación irregular, especialmente en la
construcción. Lo sorprendente es que el delito haya sido
detectado en el seno de los cuarteles militares. Defensa y
Trabajo han reaccionado y ya han inspeccionado el resto de
contratas sin hallar irregularidades.
La red desarticulada captaba a los interesados en la zona
norte de Marruecos y les ofrecía empleos en la hostelería a
cambio de salarios que oscilaban entre los 400 y los 600
euros. Con un matiz: la empresa les facilitaba el
alojamiento, en dos casas de su propiedad en Ceuta, por lo
que les cobraba 300 euros. De este modo, los trabajadores
trabajaban durante todo el mes para percibir únicamente 100
euros en metálico, según apuntan fuentes de Delegación de
Gobierno.
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