El Ministerio de Sanidad celebró esta semana la mesa
sectorial del Ingesa con la presencia de los sindicatos con
representación en Ceuta y Melilla, las únicas regiones
españoles que aún dependen del Gobierno central en esta
materia. El encuentro tuvo un orden del día muy intenso y
con muchos temas importantes sobre la mesa algo que no ha
gustado nada al sindicato de Enfermería SATSE que considera
que este hecho, junto al “nefasto talante de la
Administración”, han hecho que la reunión fuese “poco
operativa”.
Según ha explicado el secretario general autonómico del
sindicato, Emilio Barrientos, la filosofía de incentivos que
propone la Administración plantea muchas dificultades para
que el colectivo de enfermeros pueda alcanzarlos y, por
tanto, beneficiarse de esas primas económicas: “sólo los
médicos pueden entrar a cumplirlos porque en muchos aspectos
los incentivos se refieren a funciones que dependen de este
colectivo”. Además Barrientos estima que las cantidades son
“irrisorias” y establecen muchas diferencias entre los
colectivos.
Otra de las quejas que expone este sindicato se refiere a la
“nula voluntad de negociación de Ingesa” que lo único que
hace es convocar mesas sectoriales para informar de los
cambios que se van a llevar a cabo y en las que la
negociación es “escasa”.
Por otro lado, ayer se celebró el Día Internacional de la
Enfermería con una clara reivindicación: que la
Administración permita a los enfermeros la prescripción de
ciertos medicamentos pertenecientes a un catálogo cerrado y
que, principalmente, se referirían a los empleados en el
tratamiento de los enfermos crónicos y a los productos
farmaceúticos usados en las curas. Si esta petición fuese
tenida en cuenta, no sólo se equipararía a los enfermeros
españoles con otros de la Unión Europea que ya tienen esta
capacidad de prescripción sino que, a juicio de Barrientos,
“se mejoraría la atención al usuario, se descongestionaría
la Sanidad y se ofrecería un servicio de mayor calidad
porque los enfermeros estamos capacitados para esta tarea”.
En lo que se refiere a las agresiones al colectivo sanitario
Barrientos ha señalado que la campaña que se llevó a cabo el
año pasado ha surtido efecto ya que “no se está
denunciando”. A pesar de que se nota que hay “una mayor
sensibilización”, SATSE no ha querido bajar la guardia y
mantiene la campaña que lanzaron el año pasado y en la que
señalaban que la mejor medicina contra las agresiones era el
respeto. “La gente tiene que comprender la situación porque
las listas de espera o las condiciones de las habitaciones
dependen de la Administración y nosotros también las
padecemos porque ejercemos allí”, explicó.
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