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Poco importa que releven al
Delegado del Gobierno, o que el Consejo de Ministros
paralice la decisión inexplicablemente, poco importa que
haya careos en la Audiencia Nacional o que el IPC suba un
mes más. Todo queda dolorosamente aparcado cuando desaparece
el corazón de la vida política: apreciada por unos, rival
político de otros pero respetada por todos, Elena Sánchez
era el epicentro del Ejecutivo ceutí, el cerebro de Juan
Jesús Vivas, su mano derecha y su voz. Una mujer
“irremplazable”, lamenta el presidente en las páginas de El
Pueblo y sabe que no le falta razón. Ceuta se queda sin una
gran mujer y una política infatigable y el Partido Popular
pierde a una pieza insustituible. Y los medios de
comunicación nos quedamos sin nuestro mejor interlocutor en
el Gobierno. La única siempre disponible.
La vida política caballa vive este fin de semana en un
impass del que le costará salir. La vida continúa
inevitablemente y la actividad no puede detenerse, mal que
nos pese, y queda sorprendentemente enla cuneta la noticia
con la que desayunaba la ciudad el pasado jueves: El
Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha decidido relevar
a Jerónimo Nieto en la Delegación del Gobierno de la Nación,
una decisión que se esperaba para ayer pero que finalmente
quedó en el congelador para, probablemente, la próxima
semana.
Las razones del relevo son aún una incógnita pero todo
apunta a un enroque electoral. Queda poco más de un año para
las elecciones municipales, que tendrán lugar el 27 de mayo
de 2007, y Ceuta parece formar parte de la agenda electoral
de José Luis Rodríguez Zapatero, especialmente tras la
histórica visita como presidente de la Nación el pasado mes
de febrero.
Mientras, centenares de afectados desfilan por las oficinas
del consumidor y se organizan para no perder sus derechos
ahora que perdieron sus ahorros.
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OPINIÓN / EDITORIAL
