PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 11 DE MAYO DE 2006

 

OPINIÓN / EL OASIS

La eutanasia
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Acudo al diccionario de Antropología, de ediciones bellaterra, s.a., para saber la definición de eutanasia. He aquí ella: “Se dice de la muerte por piedad. En este sentido cabe entender la retirada de los medios que sustentan la vida de un paciente terminal o comatoso, o la administración de una droga letal, indolora, y de acción rápida”.

No era el caso del pentapléjico de Valladolid, a quien una mano piadosa le sostuvo el vaso para quitarse la vida que ya no quería vivir. El hecho ocurrió el jueves pasado, y la policía se ha puesto a investigar para dar con la persona que ayudó al hombre a tener una buena muerte, muerte apacible, digna, etc. Que es lo que significa el vocablo eutanasia. Compuesto por “eu”, que significa bueno, y thanatos, muerte.

Decía que el hombre de Valladolid no estaba en estado terminal ni comatoso. Pero de su cuerpo, tras un accidente, sólo le era posible mover sus labios. De manera que era un muerto en vida y encerrado entre las cuatro paredes de su piso al que acudían varias cuidadoras que se turnaban para asistirlo.

La policía tendría que hacerse la lipendi y mirar para otro lado. Pues sería contraproducente que los agentes destinados a esclarecer este caso dejaran pendientes otros menesteres más importantes. En Marbella, por ejemplo, sería muy bien vista la llegada de refuerzos policiales procedentes de todas las regiones.

Aunque los fundamentalistas religiosos, que los hay en todas las religiones, volvieron a insistir en que la vida es sagrada. Cuando es vida y una persona no necesita de nadie para que le limpie el culo y le rasque la nariz. Como bien dice el maestro Alcántara.

Según la tradición cristiana, a la buena muerte se llega cuando se prepara espiritualmente al encuentro con Dios. Pues sólo dentro de la perspectiva cristiana de la redención, el sufrimiento alcanza el valor pleno.

Yo no puedo creer en el dolor como instrumento de salvación. Porque pienso en un Dios bondadoso y muy alejado de lo tremebundo. Si bien respeto a las personas que viven bajo esa fe.

El mismo respeto que exige la decisión tomada por el pentapléjico de Valladolid. Porque este paciente tenía todo el derecho del mundo a decidir la forma y el momento de su muerte.

Platón ya sentenció al respecto de quitarse la vida cuando el cuerpo es una auténtica piltrafa. Y los estoicos lo tenían más que asumido: “Es preferible quitarse la vida, a vivir una vida sin sentido y con sufrimiento”.

La Iglesia, en cambio, lo llama “adueñarse de la muerte, en sociedades del bienestar”. Es decir, que nos indica que debemos padecer sufrimientos hasta extremos insospechados y esperar en los momentos finales a contar con la suerte de que un buen equipo de cuidados paliativos sepa actuar con profesionalidad.

Lo cierto es que lo sucedido con el pentapléjico ha vuelto a reabrir un debate que algún día el Gobierno habrá de cerrar tomando la decisión correspondiente y legislando. De lo contrario, siempre estaremos en las mismas. De momento, la ministra, Elena Salgado, ha dicho que nanay: que no es el momento de hablar sobre la eutanasia. Claro que con los líos en que anda metido el PSOE cualquiera le hace a ZP meterse en uno nuevo y teniendo a la Iglesia como la más encarnizada oponente.

Menos mal que se han ido haciendo películas que van ganando adeptos para la causa. Mar adentro, The million dollar baby, Las invasiones bárbaras, etc, han conmovido a los espectadores y han llenado las salas de piedad. A mí, mucho antes, las muertes de varios de los míos, fallecidos como manda la Santa Madre Iglesia, me hicieron clamar contra lo que creo que Dios no aprueba.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto