La empresa Mahersa se hizo cargo, el pasado lunes 9 de mayo,
de la explotación de las instalaciones náutico deportivas
del Puerto de Ceuta. La razón de la demora en el traspaso
reside en una serie de problemas burocráticos a la hora de
finiquitar los contratos con Urbaser de los siete
trabajadores que la nueva empresa absorbe (1 aministrativo y
6 marineros). El mensaje que el director de Mahersa,
Francisco Pérez Hita, pretende enviar a todos los usuarios
del puerto deportivo es que “vamos a empezar muy despacio a
imponer nuestro modelo de trabajo, lo que quiere decir que
el cambio de gestor no va a provocar grandes cambios ni
conflictos para los ususarios”, afirmó.
Respecto al controvertido asunto de las tarifas, el director
de Mahersa asegura que “hemos realizado un esfuerzo
importante para que no haya un gran incremento”. La suma de
conceptos para elaborar la tarifa base es de 0,1803 euros
por metro cuadrado de superficie y día. Esta constante debe
multiplicarse por el número de metros del barco y al
resultado sumarle los 0,0606 euros por embarcación (no por
número de metros) y día, en concepto de radiofonía e
información general. Así, la media aplicable por metro
cuadrado de embarcación y día es de 0,184 euros.
“Estas tarifas suponen menos de un 30% de incremento
respecto a las que tenía la Autoridad Portuaria y sólo un 2%
más que las del CAS. Teniendo en cuenta que el Puerto
prestaba un servicio de gestión directa y no tenía que
invertir ni, evidentemente, pagarse una cuota a sí mismo en
concepto de canon (que nosotros sí pagamos y asciende a
417.000 euros anuales), creemos que se trata de una subida
mínima”, explica el director del varadero.
Es importante destacar la obligación, que Mahersa tiene por
contrato, de invertir en el puerto deportivo. Está previsto
invertir en la remodelación de los pantalanes, la renovación
de las torretas de suministros, la adquisición y prestación
del servicio de un equipo de varada y botadura, que puede
ser una grúa pluma o un ‘travelling’ y la adquisición de
cunas para varada. “Además, la intención es instalar un
sistema de hibernaje en altura para barcos pequeños,
implantar equipos de limpieza y mantenimiento y definir un
área para talleres”, apunta Francisco Pérez Hita. La
inversión oscilaría los 800.000 euros, aproximadamente.
En un área de 2.000 metros cuadrados de superficie, Mahersa
tiene pensado ubicar sus oficinas, taller y almacenes, más
una serie de locales y negocios que prersten un servicio
complementario a la dársena, como tiendas de náutica, pesca,
alquiler de equipos o restauración.
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