El afamado forense Luis Frontela Carreras declaró ayer en el
juicio que se sigue por el asesinato del ‘Kimbi’ a petición
de la letrada Luz Elena Sanin, encargada de la defensa de
A.M.A. y al que se le practicó la prueba de la parafina, que
dio positivo, supuestamente sin su consentimiento.
Según la declaración de este experto en medicina legal, “la
toma de muestras está mal realizada y, por lo tanto, el
análisis posterior de las mismas está contaminado”. Para
explicar esta afirmación, Frontela dijo que se había
cometido dos errores “importantísimos”: uno referido a la
toma de muestras y otra a su análisis. La toma de muestras
se realizó, supuestamente sin el consentimiento del acusado
aunque no consta en ningún documento, con un kit que “tan
sólo tomaba una muestra de cada mano”, algo que a juicio de
este forense es del todo “insuficiente” si se tiene en
cuenta que “hay muchas personas que, en sus manos, tiene
metales que se pueden confundir con restos de armas de
fuego”. Para evitar confusiones -proponía- deberían haberse
tomado cinco muestras (dos de cada mano y una a distancia) y
no sólo dos.
El análisis, aunque correcto, estaría -a juicio de Frontela-
contaminado porque la toma de muestras fue incorrecta.
Además, señaló que era “inquietante” el hecho de que en el
mismo informe se incluyeran los resultados de los análisis
del fallecido y del sospechoso que se sienta en el banquillo
de los acusados.
“Cuesta creer que tanto el que ha disparado como el que ha
recibido el tiro tengan las mismas partículas de plomo,
tiene que haber diferencias cualitativas”, dijo.
Frontela dijo, además, que las partículas de plomo halladas
en las manos del acusado bien podrían proceder de
actividades cotidianas como: “pintar, echar al coche
gasolina con plomo o jugar al billar, ya que el taco
contiene partículas de este metal”.
En definitiva, señaló, “ni la toma de muestras ni la
metódica ofrecen ninguna garantía de que esta persona haya
disparado, más bien, los restos de pólvora presentados por
la víctima indican que podría haber disparado”.
El médico forense explicó que en un disparo se hallan
partículas de bario, antimonio y plomo. En el que dispara,
“hay una mayor concentración de bario y antimonio porque la
bala sale hacia delante, sin embargo, en quien recibe el
disparo es al revés, tendrá una mayor presencia de plomo o
cobre o del material del que esté hecho la bala”.
Basándose en esta explicación, Frontela deduce que la alta
concentración de plomo en las manos de A.M.A. y del ‘Kimbi’
puede indicar que la víctima “también disparó”.
Además, el forense de la Universidad de Sevilla dijo que el
informe en el que se recogen los resultados de los análisis
practicados a las muestras de las dos personas sólo señala
que “hemos encontrado una predominancia de plomo” sin
especificar si pertenecían a la víctima o al sospechoso.
Por todo ello, concluyó que el informe de la pólvora “no
tiene ningún valor para determinar la autoría del acusado”.
Blanqueo de capitales
El juicio del ‘Kimbi’ no sólo determinará si los acusados
cometieron o no un delito de asesinato sino que también
sirve para dilucidar si estos incurrieron en los delitos de:
tenencia ilícita de armas, obstrucción a la Justicia y
blanqueo de capitales. Cada uno de los acusados se enfrenta
a una acusación diferente aunque todas giran en torno al
asesinato cometido en la tarde del 31 de diciembre de 1999.
En el caso de H.A.M., cuya defensa lleva el abogado Carlos
Sánchez Peribáñez, éste se enfrenta a un acusación de un
delito de blanqueo de capitales ya que, supuestamente, los
50 millones hallados por la Policía no eran para pagar el
silencio de la víctima y testigo de cargo, A.A.D., sino que
procedían de su actividad empresarial.
A.A.A. y M.A.A., los dos principales acusados, se enfrentan
no sólo a las acusaciones de inducción sino también a la de
blanqueo de capitales. Precisamente sobre este asunto se
pronunciaron ayer los peritos de grafología que prestaron
declaración a través de videoconferencia. El objetivo era
determinar si las firmas efectuadas en el hotel de lujo
madrileño ‘Villamagna’ pertenecían o no a A.A.A. y a M.A.A.
Según los expertos, las nueve firmas del primero fueron
autentificadas como suya mientras que de las 12 existentes
del segundo, tan sólo se pudo verificar inequívocamente que
cuatro de ellas salieron de su puño y letra. Ambas
confirmaciones plantean, cuanto menos, la duda acerca del
origen del dinero que ambos emplearon para hacer el pago de
las habitaciones ya que ninguno de los dos tiene una
profesión definida y, actualmente, se encuentran en
situación de paro.
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El kit de parafina usado estaba homologado
Como ya sucedió en la jornada del
lunes, el presidente del tribunal, Manuel de la Hera, tomó
ayer la palabra para pedirle al forense la aclaración de
algunas cuestiones que no le habían quedado claras al
tribunal.
Se le preguntó a Frontela sobre el kit de parafina cuya
validez había menospreciado durante su declaración, sobre su
uso por parte de la Policía Nacional. El médico forense
reconoció que el kit utilizado en 1999 (el de las dos
muestras) era el adecuado ya que estaba homologado mientras
que el que él mismo planteaba, el de las cinco muestras, no
estaba homologado ni era utilizado por el Cuerpo Nacional de
Policía “ni para este caso ni para ningún otro” por lo que
la prueba fue realizada de la manera adecuada.
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