La ciudad Autónoma de Ceuta dispone de una Administración
recta y prudente de los bienes, siendo el conjunto de su
colectividad humana relativo a la producción y consumo de
riquezas de grado óptimo. Existe, también, una excelente
coordinación de las iniciativas económicas privadas según un
plan regulado por la autoridad política. En resumen: una
sana economía de la que disfrutan todos sus habitantes como
consecuencia de su alto índice de renta per capita lo que
les proporciona un excelente grado de bienestar.
En el aspecto laboral, la Ciudad se encuentra con que la
tasa de ocupación ha ascendido casi al cien por ciento, o
sea, se puede asegurar que no existe paro y que la
prestación económica por desempleo solo la perciben aquellos
profesionales del subsidio. Otro indicador inmejorable es la
tasa de analfabetismo, casi al cero por ciento, El grado de
escolarización, al cien por ciento, tanto en enseñanzas
primarias como secundarias. Fácil acceso a la Universidad y
una insuperable dotación económica para becas que hace que
todo aquel que no tenga medios económicos pueda acceder a
estudios superiores y seguir la carrera universitaria que
desee.
Sanitariamente Ceuta está por encima de las estadísticas de
camas por habitante y se cubren todas las especialidades
médicas tanto si son ambulatorias, como hospitalarias o de
alta especialización, disponiendo de cuantos elementos y
aparatos se hacen necesarios para el diagnóstico y
tratamiento de toda clase de afecciones y lesiones tanto si
son consecuencia de enfermedades o traumatismos por
accidentes.
La seguridad ciudadana es otra de las cuestiones a presumir:
han descendido casi al cero por ciento (sin que se hayan
“arreglado” las estadísticas) los delitos por hurto, robo,
atracos u otros desmanes como agresiones, maltrato a la
mujer o asesinatos, que hace muchísimo tiempo no se han
producido. En vías de comunicación somos los grandes
favorecidos del destino, pues Ceuta dispone de unas
excelentes carreteras y vías de servicio, unas amplias
avenidas, un centro sin atascos, unas mas que suficientes
plazas de aparcamiento (se derogó la normativa de “zona
azul”) y un censo de automóviles, autobuses y camiones, de
lo más moderno, con un bajísimo grado de contaminación. El
servicio marítimo, es digno del mejor elogio, pues, aparte
de lo asequible de su precio, no hay que armarse de
paciencia ante las largas esperas, ni recorrer grandes
espacios, con maletas a cuestas, para acceder a la nave que
nos traslade a una de las dos ciudades de Ceuta o Algeciras
y además con una rapidez asombrosa: media hora de travesía.
Por lo que respecta a la inmigración clandestina, se ha
notado una considerable disminución, no viéndose por la
calle pedigüeños que imploren una limosna, ni actos de
vandalismo o contra la propiedad por parte de los mismos. Se
erradicó el chavolismo y hoy se aprecia como se ha poblado
el extrarradio de la ciudad con estupendos edificios, de
promoción pública, que acogen a infinidad de familias en una
vivienda digna. Se dispone de un gran teatro, en el que dan
funciones las mejores compañías con actores de primera fila,
así como espectáculos de flamenco y zarzuelas más
renombradas… Hasta la A.D. Ceuta está para ascender a
Primera División del Fútbol Nacional.
En resumen: estaba contemplando una Ceuta Ideal y cuando
mejor me lo estaba pasando, ¡plaf¡, me despertaré….
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