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OPINIÓN - VIERNES, 5 DE MAYO DE 2006

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

En este fermoso país, de momento, llamado España nadie sabe como va a terminar el asunto. Si en una nación de naciones, si en diecinueve realidades nacionales o en diecinueve repúblicas bananeras, cada una por un lado pero todas, eso sí, chupando de la misma teta, que para eso de chupar de la misma teta, somos todos españoles.

En el asunto ese de nación de naciones y, sobre todo, con lo del Estatut catalán, son muchos los que, dentro del propio partido socialista no están de acuerdo, como es el nada sospechoso de sus ideales políticos, Alfonso Guerra, quien ha declarado que los andaluces no creen que su comunidad sea una nación, salvo algunos dirigentes políticos.

Estas palabras de, Alfonso Guerra, son de las que se han pronunciado con mayor sensatez sobre el tema ese de “nación”. Alfonso ha puesto el dedo en la llaga al decir una verdad como la catedral de Burgos que eso de “nación·” sólo es para algunos políticos.

Al pueblo llano, a ese que le duele las espaldas de trabajar, le importa un bledo que Cataluña sea o deje de ser una nación. Lo único que desea es mejorar, con el trabajo, su calidad de vida y la de los suyos.Y ni te cuento, morena del alma, lo del idioma que se le quiere imponer por la razón de la fuerza, no por la fuerza de la razón. Basta con escuchar hablar, a todos aquellos, que son entrevistado, en cualquier calle de Cataluña respondiendo, siempre, en el más puro castellano. Ahora, eso sí, sólo hablan en catalán, todos aquellos políticos a los que se les entrevista. Cosa que viene a demostrar, de forma palpable, la verdad dicha por Alfonso Guerra.

Los nacionalismos, nacidos de la mentira del victimismo. Esa gran mentira que les cuentan a sus hijos, desde su más tierna edad, de ser victimas de todo lo español cuando, España,siempre, desde tiempos ancestrales se ha volcado en ayudar a los catalanes contra todos aquellos, nacionales o extranjeros han tratado de introducir sus productos en Cataluña haciendo inviable los productos catalanes. Como de muestra vale un botón, sea ese botón lo que ocurrió con la pañería inglesa y donde, una vez más, España aportó todo su apoyo a la industria catalana y por ende al pueblo catalán.

Por qué no se dejan de cuentos y les dicen la verdad a sus hijos, sobre la gran mentira del victimismo del que han hecho gala toda su vida, haciéndoles querer, con la verdad por delante, a la España que siempre les protegió.

Los nacionalistas, con la implantación de las lenguas cooficiales, sólo tratan de conseguir afianzar el control de sus gobernantes sobre el resto de los ciudadanos, a los que se le impone la lengua de la “nación”, en este caso de la “nación” catalana, les guste o les deje de gustar que para estas cosas, el ciudadano de a pie, pinta menos que servidor en la capilla Sixtina.Deberían salir, esos que tanto gustan llamar ciudadanos o ciudadanas, y explicarles que de esa forma van a ser manejados como simples borregos por el grupo de los que mandan.

Lo que con la llegada de la democracia empezó siendo una fórmula para recuperar las lenguas de las distintas comunidades , hoy día se ha convertido, por parte de los nacionalistas, en un arma para tratar de desterrar el castellano de sus respectivas comunidades. Cosa que para más inri va contra la Constitución que nos dimos todos los españoles.

Los nacionalistas no se paran en barras y si se tienen que saltar la ley a la torera, se la saltan y punto. No hay más que hablar, dando lugar al caso tan sangrantes como el ocurrido a Carmelo González que no encuentra a fórmula para poder educar, en Cataluña, a su hija en castellano. Manda... la cosa.

Tal y como está el mundo, sin duda alguna, es necesario más de un idioma para poder entenderse.

De ahí que al castellano que aprendemos los españoles, en las escuelas se esten dando clase de otros idiomas como es el caso del inglés.Dos idiomas que, sin discusión alguna, dominan muchos cientos de millones en el mundo. Vamos, con el conocimiento de estos dos idiomas puede recorrer, usted, el mundo con toda tranquilidad porque, siempre, habrá, en cualquier parte del mundo, quien hable algunos de esos dos idiomas, español o inglés.

Hablar, solamente, en catalán, euskera, gallego o valenciano le va a, usted, reportar menos porvenir, andando por el mundo, que un mono con vértigo.

Esas lenguas están bien que se aprendan por los nativos de esas comunidades, pero sin querer apartar el castellano que debe primar sobre las mismas, si se quieren entender con el resto de España o con cualquier país extranjero porque sólo con las lenguas de sus comunidades, no se van a entender más que con ellos mismos, y con el resto no habrá un dios que los entiendan.

Hablar sólo las lenguas de sus comunidades, sólo beneficia a los que manda, para poder manejar al personal como borregos. ¿Quiero qué alguien me diga, en qué beneficia al pueblo el desconocimiento del castellano?. Escucho hablar al Pérez y me pregunto: ¿Qué le pasa a la boquita tuya?.
 

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