La consejera de Fomento, Elena Sánchez, informó ayer del
estado de las obras de la carretera del Recinto después de
haber hecho lo propio a todos los portavoces del área de
infraestructuras en una demandada comisión informativa. La
consejera reiteró las causas del incidente, provocado por la
suma de tres agentes en orden descendente de importancia: en
primer lugar, la rotura de una cañería de trasvase provocó
que se fuera horadando el terreno de relleno que sujeta la
carretera. En segundo lugar, la antigüedad del muro que la
soporta, de más de 200 años y sin cimentación. En tercero,
la afluencia de tráfico pesado en la carretera, debido al
desvío obligado, producto de la multitud de obras en el
centro urbano.
Elena Sánchez negó rotundamente tanto la relación de las
obras que la consejería de Fomento realizó en la zona (ya
fue explicado que estas obras afectaron a una profundidad de
60 centímetros, mientras que la tubería estraba enterrada a
1,5 metros de la superficie), como la responsabilidad de la
empresa de aguas Acemsa en el siniestro. “Al tratarse de una
pequeña fisura en una tubería que, aunque cargada, estaba en
desuso es indetectable”, dijo Sánchez. “La razón por la que
esta tubería estaba cargada es por razones de seguridad,
esto es, para poder actuar con rapidez en un supuesto caso
de emergencia, que afecte al suministro al estar dañada la
vía principal”, aclaró el gerente de Acemsa, Manuel Gómez
Hoyos.
Elena Sánchez se refirió también a la intervención de María
Antonia Palomo en la comisión informativa, quien aseguró que
el presupuesto de urgencia de más de 2 millones de euros era
excesivo y que la obra podría realizarse con un gasto mucho
menor. Según Sánchez, María Antonia Palomo aportó una serie
de fotografías a la reunión, pero dejó para futuros
encuentros los informes técnicos que maneja y según los
cuales la obra puede realizarse por un coste más bajo. “Las
actuaciones de emergencia requieren una serie de decisiones
rápidas para lo que se efectúa una estimación aproximada de
los gastos. Una vez se termine el proyecto y se realicen los
estudios y medidas pertinentes se tendrá un presupuesto
exacto de la actuación, que puede ser menor o incluso mayor
de lo estimado”, dijo Elena Sánchez, quien animó al resto de
grupos políticos a aportar todas las soluciones que
consideren para reducir gastos en la rehabilitación de la
calle y afirmó estar dispuesta a llevar esta actuación “con
toda transparencia” para evitar suspicacias. Del mismo modo,
explicó que, en aras de llegar a este objetivo, se
realizarían cuantas comisiones informativas fuesen
necesarias.
Fases
El proyecto de rehabilitación de la carretera del Recinto se
va a ejecutar en distintas fases. La primera fase de las
obras terminarían el lunes 15 de mayo, momento en el cual
está previsto abrir al tráfico ligero. Con esta actuación
acabaría la primera tanda de micropilotaje y quedaría
asegurado el primer talud. “La segunda, tercera y cuarta
fase comprendería la contención de tierras ya definitiva, la
reposición del antiguo talud y la construcción de un muro de
hormigón armado que contendrá el terreno”, explicó el
arquitecto que coordinará el proyecto, Jorge Chaves. El
tiempo de duración es en torno a los dos o tres meses.
|
Acemsa anunció que la tubería no se utilizará
El gerente de Acemsa, Manuel Gómez
Hoyos, anunció ayer que la tubería que ocasionó el derrumbe
de un segmento de la calle Santander no volverá a ser puesta
en servicio porque el ministerio acaba de anunciar la
segunda fase de la red de distribución de aguas de la
ciudad, actuación que se llevará a cabo por la vía de la
emergencia. “Habrá una nueva tubería de interconexión
Serrallo-Cola-Monte Hacho”, apuntó Hoyos.
El gerente de Acemsa explicó que la tubería afectada fue la
primera de interconexión y trasvase de la ciudad y que en
estos meses cumple 32 años desde su instalación. “El
abastecimiento de la ciudad se hace a través de otra tubería
que se instaló hace 15 años y discurre por la bahía norte”,
explicó. Según Hoyos, la rotura de la tubería pudo
producirse por muchísimas causas, entre otras, la ya
apuntada influencia de las vibraciones causadas por el
tráfico. Respecto a la dificultad de detectar la rotura, el
gerente dijo que “al estar en desuso, la tubería no está
sometida ni a presión ni a carga, por lo que el agua no se
manifiesta”.
Proyecto
El arquitecto que coordinará el proyecto, Jorge Chaves,
explicó que en un presupuesto de emergencia, la estimación
tiene siempore algo de intuitivo “ya que no se cuenta con
todos los datos técnicos”. “Por el momento contamos con el
anteproyecto, que ya ha bajado el presupuesto inicial en
unos 60.000 euros. Se está completando el tema de mediciones
y ya contamos con los datos del estudio geotécnico, que
permiten hacer una planificación ajustada. A partir de estos
estudios se ha modificado la manera inicial de acometer la
obra”, explicó.
|