Enrique Múgica, defensor del Pueblo, presentará en breve
ante las Cortes Generales el informe anual que recoge las
actuaciones de la oficina que gestiona. Uno de los datos más
relevantes es el descenso, respecto a 2004, de las quejas
que, de una forma u otra, pueden relacionarse con la
inmigración. Múgica señaló que, para ello, la figura del
defensor del Pueblo ha hecho “un gran esfuerzo”, sobre todo,
en el seguimiento del proceso de normalización de los
inmigrantes -acometido por el Ejecutivo central en marzo del
pasado año-, y vigilando “la difícil situación de los
puestos fronterizos de Ceuta y Melilla durante el verano”.
Las llegadas masivas de inmigrantes a los perímetros de
ambas ciudades supusieron que organizaciones, asociaciones y
el propio defensor del Pueblo miraran con lupa el respeto
por los derechos de los inmigrantes y la correcta
tramitación de sus expedientes, hecho que se trasladó hasta
colectivos extranjeros.
Por otro lado, el trabajo de la oficina de Múgica se ha
hecho extensible a los centros de residencia para
inmigrantes. “Su puesta al día” y la “corrección de sus
defectos” han sido el resultado del esfuerzo del defensor.
Mejor aceptación
Enrique Múgica considera que “las características de la
inmigración en España han mejorado” y que, a pesar el
volumen de inmigrantes que cada año se asientan en el país
“hay en la población una especie de acercamiento y mejor
aceptación del fenómeno inmigratorio, sobre todo de ese
sector de los inmigrantes de países iberoamericanos”.
En general, el defensor del Pueblo tramitó en 2005 39.750
quejas, lo que supuso un aumento del 37,6 por ciento
respecto a las 28.890 recibidas en 2004.
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