Pronto, en sólo dos años, se
conmemorará el segundo centenario del hecho histórico
acaecido el 2 de mayo cuando unos valientes y arrojados
españoles plantaron cara a las tropas francesas en el
conocido levantamiento de Madrid, primera acción bélica que
dio paso a la “Guerra de la Independencia”.
El teniente Ruiz, perteneciente a la Compañía de Voluntarios
del Estado -con gran valor-, se puso al frente de las
primeras piezas de artillería en las también primeras
escaramuzas con los ‘gabachos’ en la capital de España. Tan
dura, cruenta, feroz y valiente fue la respuesta española
hacia los franceses, llegando incluso a las bayonetas, que
lograron su repliegue. Al término de los acontecimientos
varios soldados consiguen sacar el cuerpo herido de quien
lideró el primer combate que abrió finalmente el camino de
la victoria para España.
Jacinto Ruiz Mendoza murió por sus heridas en Extremadura y
su heroica acción fue tomada como ejemplo para el estímulo
de las distintas hornadas de militares que cada año salen de
la Academia General. Madrid reconoció su valor y desde 1891,
el teniente ceutí es recordado con un monumento que
permanece aún hoy en los jardines de la Plaza del Rey.
A estas alturas nadie duda de lo que representa nuestro
teniente Ruiz en el contexto de amor, fidelidad y lealtad a
España que reina en cada una de las almas ceutíes que no
reconocen más bandera que la ‘rojigualda’. Aún cuando los
sentimientos hacia el propio país, el reconocimiento y la
defensa de lo español y el mantenimiento de unos valores
patrios sean considerados -en esta actual ‘modernidad’- como
trasnochados y carentes de sentido, Ceuta puede dar ejemplo
al resto de España –lo hace cada día- de defensa y loa a lo
español.
El teniente Ruiz murió por España y frente a las huestes de
un país invasor. Su acción levantó la moral de los valientes
españoles que supieron defender con ardor guerrero a su
tierra. Miles y miles de españoles dejaron sus vidas en esta
y en sucesivas guerras, pero probablemente, Jacinto Ruiz
Mendoza pueda ser el hasta ahora último gran héroe ceutí.Un
año más, lo marca la tradición, España recuerda el 2 de mayo
de 1808. Ceuta lo vuelve a rememorar y, esta vez de nuevo,
frente al busto del célebre teniente y en un paseo del
Revellín remozado que ensalzará, sin duda, los honores del
momento.
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