El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, a través de
una carta pastoral con motivo del Primero de Mayo, Día del
Trabajador, en la que expresa la necesidad de proclamar con
“humildad” el Evangelio de la Esperanza de Jesucristo “a
favor de tantos hermanos y hermanas que diariamente siguen
reclamando justicia y caridad”.
Antonio Ceballos alude a la conmemoración de los 40 años de
la clausura del Concilio Vaticano II, que proclamó “los
gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los
hombres de nuestro tiempo, sobre todo, de los pobres y de
los que sufren, son a la vez, gozos y esperanzas, tristezas
y angustias de los discípulos de Cristo”.
Desde el obispado de la ciudad Autónoma se afirma que
después de las cifras “duras y frías” del paro “hay seres
humanos de carne y hueso, y duros problemas en hogares y
familias”.
Ante esta situación, el obispo de Cádiz y Ceuta, destaca que
“son posibles otras medidas sociales que garanticen a las
familias y a los individuos una situación socialmente digna
y una mejor distribución de la cobertura social al
desempleo, sobre todo, para aquellos desempleados con más de
45 años y para los jóvenes desempleados que buscan su
primera incursión en el mundo laboral”.
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