Antonio Gil realizaba incapié en el valor de los tres puntos
logrados ayer por su equipo en el Francisco Bono ante la
visita de uno de sus directos rivales en la lucha por la
permanencia, la AD Ceuta. El técnico sevillano subrayó la
importancia de “acabar con las tres derrotas consecutivas”
que han marcado una significativa racha negativa para los de
Alcalá de Guadaira en las últimas jornadas, ya que de este
modo, y a pesar de que la permanencia no está
matemáticamente asegurada, “deberían confluir factores muy
negativas para ver peligrar la categoría”, a juicio del
entrenador sevillano.
Gil reconoció asimismo la fortuna que acompañó a los suyos a
la hora de la consecución del primer y único tanto del
encuentro, a sólo cinco minutos del inicio de la contienda,
y que, a su juicio, “se ha convertido en un claro detonante,
ya que ellos han tenido que arriesgar un poco a partir de un
gol, en el que hemos tenido suerte con la jugada de
estrategia en el lanzamiento de falta de Juanito”.
El Alcalá apareció ayer en sus dominios con dos variantes en
el último once inicial, el guardameta Borja, y el
centrocampista Brenes. “La intención era la de introducir un
cambio de dinámica en el equipo, con el objetivo de variar
los últimos resultados negativos y en esta ocasión, cosas
del fútbol, nos ha salido bien porque hemos ganado y al fin
y al cabo lo que cuenta es el resultado, que si hubiese sido
contrario no podríamos decir lo mismo”, aseguró Gil, quien
aclaró que el cambio de guardameta fue debido a la
inseguridad del titular Pedro Muñoz en los últimos dos
partidos. “Ambos se encuentran a un nivel muy parejo, por lo
que decidí darle la oportunidad a Borja”. En el caso del
centrocampista Brenes, la intención de Gil fue la de “darle
una mordiente mayor al equipo, con más chispa y dinamicidad”.
El máximo responsable del banquillo sevillano calificó al
conjunto ceutí como “un equipo muy fuerte en el plano
defensivo, que hoy -por ayer- nos ha cerrado perfectamente
los espacios, no dejándonos trabajar”, a lo que añadió que
“estoy completamente convencido de que no va a tener el más
mínimo problema a la hora de salvarse”.
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