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OPINIÓN - VIERNES 31 DE MARZO DE 2006

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Hoy, por fin, se acaba marzo, que ya iba siendo hora de decirle adiós, sobre todo los que estámos deseando que el enano que está metido en la máquina esa que se mete un pedazo de cartón nos dé dinero. Oiga, amigo guardia, no es por nada, pero el enano que está encerrado en esa máquina sabe más que Lepe y sino hay no te da ni las gracias por utilizarlo. ¡Ditan sean las cazuelas de fideos gordos con jureles fritos!

Vaya mecesito, éste es más cuesta que el de enero, por mucho que se empeñe el personal, en decir lo de la celebre cuesta del mencionado mes.

Enero, sin duda alguna, es un mes difícil por aquello de que nos hemos gastado, en las navidades y en los reyes, más de lo que podíamos gastar pero, a pesar de todo, siempre quedan algunas monedas sueltas con las que hacerle frente la mecesito en cuestión.

Los gastos de las navidades como hay comida extra, porque en todas las casas, no sé la razón se hace comida para una semana, nos sale por un ojo de la cara y el otro también.

Bueno, de los gastos en los reyes, es mejor no hablar, por la culpa, culpita, de los inventos nuevos que cuestan un eso y un lo otro. Y, luego, para dedicarse a matar marcianitos que, en realidad, no tienen culpa de nada.

Aquí con estas maquinitas de leches se rompe la frase aquella de “has el amor y no hagas la guerra”. Y es que los niños , de hoy día, están empeñados en matar marcianitos, que son más inocentes que un Sanjumerio. No lo van a creer pero cuando veo a un chaval matar marcianitos y más marcinatios, me dan pena los marcinos de color verde y con una cabezas enormes, según nos lo pintan esos que dicen que hanvisto a los marcianos. No opino, sobre el asunto, porque servidor jamás a visto a un marciano.He visto, eso no lopuedo negar, a gente una jartá de raras, pero ni un sólo marciano.

Pero oiga, amigo guardia, es que el mes de marzo, es para irse a dormir y no despertarse hasta abril a esperar los pasos de la Semana Santa.

Eso, el mes de marzo, si que es una cuesta, que me rio de la cuesta del recinto, que cuando llega al final de la misma busca, desesperadamente, una bombona de oxigeno. Y eso el que no es fumador, que el que es fumador, a mitad de la cuesta, no le llega el aire a los pulmones y ejercita el abrir y cerrar la boca más que una carpa en el pantano cuando éste no tiene agua.

Miro la hoja del almanaque. Un almanaque, por cierto,de esos que regalan de propaganda y que tienen unos números una jartá de grandes y, al mirarlo, siento una enorme satisfación al comprobrar que es día treinta y uno y el mes de marzo se ha acabado.

Ni que deccir tiene la carrera que me he pegado, para llegar a mi banco amigo, meter elcartoncito en la ranura de la máquina y pedirle a todos lossantos que nos hayan ingresado.

El enano que hay dentro nos hace sufrir, haciendo aparecer el letrerito que dice : marque su número secreto. Usted lo marca, no si antes tener que hacer memoria para averiguar cuál es su número secreto, que con los nervios hasta se le haolvidado.

Por fin introduce el númerode marras y aparece otro letrerito diciendo varias cosas, entre ellas “sacar dinero”. Pulsa, usted, el de “sacar dinero” que es lo que pretende y, de nuevo, otros letreritos con ciertas cantidades para que, usted, elija cuánto quiere sacar. Le da a la cantidad que quiere y otro letrerito con el “retire su tarjeta y eldinero”. Se relaja usted y se queda, cuando coge el dinero, como el perro al que le han quitado pulgas.

Con la mano metida en elbolsillo, se le vaya a caer el dinero sacado del cajero, rápido a casa, para darle la alegría a la parienta de que se ha cobrado y que el mes de marzo, se ha marchado a hacer...

La parienta “atrinca” el parné, y lanza un suspiro de alivio, porque le quedaban en el monedero cinco euros como toda fortuna. Está visto y comprobado, que o me meto a político o me voy a pasar todo el año con el corazón en un puño por culpa de no tener para llegar a fin de mes.

No me lo pienso ni un sólo minuto, me compro el libro ese que se han comprado tantos y tantos políticos de esta tierra nuestra, “Aprenda a ser político en diez días”. En un par de horas me lo aprendo hasta con las comas y me presto a ser político. Uno de esos políticos que tanto van a luchar por elpersonal que, para eso, encuanto cumplan sesenta y cinco años y hayan estado siete como senadores o diputados, les queda una pensión. O sea igual que a todos esos, que sehan dejado el alma trabajando y porque le faltan par de meses para hacer quince años, les queda una puñetera mierda.

Claro que no hay comparación posible, entre el personal que se ha dejado la salud trabajando la tierra, con otro personal que todo el trabajo lo realizan unas llavecitas de nada.

Donde se ponga el enorme trabajo de meter una llavecita en una ranura, no se puede comparar con el fácil trabajo de dejarse los riñones, los pulmones o el corazón pegándole al martillo o la azada. `¡marzo!.
 

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