Hay quienes tienen estrella y
quienes nacen estrellados ¿Qué dicen ustedes? ¿Qué si me
propongo continuar por la amable vía de decir simplezas? En
absoluto, disculpen, me excusen. Pero escribo desde Marbella
y, según da el viento por estos contornos, con la ciudad
revolucionada por la última acción policial, que ha llevado
a la detención de la liposuccionada alcaldesa Marisol Yague
y concejales varios, viendo a tantos conocidos, marbelleros,
indignados y confusos, Ceuta se me asemeja a una especie de
oasis de transparencia, una especie de Club de la Buena
Estrella.
Aquí los teléfonos han estado echando humo, todo quisque
conoce a alguien detenido y la rumorología pone esposas a
este y a aquel ¿Ha caído fulanito? ¿Qué no? ¡Pues están
despiertos los de la Udyco! ¿Qué han trincado a Zutano?
¡Pobre, no era más que un mandáo!. Terrible. De verdad está
siendo terrible. Como si en las laderas de la Sierra Blanca
que guarda acogedora a la ciudad de Marbella, se hubiera
desencadenado un vendaval dialéctico, porque todos hablan,
cuentan y comentan. Ahora resulta que “todo el mundo” sabía
y sospechaba y que esto ha tardado demasiado en llegar, que
ya se veía venir, que la que fuera Perla de la Corona del
turismo andaluz andaba cabizbaja, alicaída y en bancarrota
total y los marbelleros y los marbellitas andaban tiempo ha,
con los instintos de un gato rabiando por tanto desmadre y
tanto descontrol. Suspiran los ciudadanos ¿Se figuran
ustedes una Marbella dirigida por un político como Vivas,
imbatible en las distancias cortas? O por un Juan José
Imbroda que dirige con puño de hierro la comunidad de
Melilla, o por un Victor, alcalde socialista de Atarfe, en
Granada que está consiguiendo a base de ingenio e
inteligencia hacer de un pequeño pueblo un punto de
referencia urbanístico y cultural… Los marbelleros merecían
“otra cosa” y no el caos institucionalizado y el ser siempre
noticia de prensa, pero en plan cutre,en plan película de
Torrente, mala noticia, carne escandalosa del Tomate de tele
5, irrisión nacional y caricatura del que fuera el sueño de
ese Príncipe Alfonso de Hohenlohe, “Olé Olé“ le llamaban,
que acabó por retirarse a Ronda a cultivar viñedos, hastiado
de exceso y vulgaridad. ¿Ustedes se figuran el potencial
turístico de Ceuta en manos de un Olé Olé? ¡Iban a faltar
mares para islas artificiales con hoteles de cinco
estrellas, casinos, urbanizaciones y spás…!
En Ceuta no hay príncipes, pero tampoco se ha dado ni se
dará jamás el caso de que, los inspectores de la Udyco y los
policías, tengan que irrumpir en el Ayuntamiento y detener a
la plana mayor, para escarnio y descrédito de la ciudad. Se
habla de “numerosos delitos” en Marbella y los ciudadanos
lanzan fulminaciones ¿Y por qué lo han permitido? ¿Es que
aquí la Junta de Andalucía no controla? ¿Han tenido que
dejar que la ciudad se arruine para intervenir? Y que conste
que, los peperos se han pasado años advirtiendo y
despotricando, pero ni caso, ahora andaban todos
revolucionados por las próximas municipales, barajando
nombres y puestos en las listas. Populares y socialistas que
seguramente se verán abocados a presentar apresuradas
candidaturas, porque el Consistorio se ha quedado en cuadros
y el vacío de poder es absoluto. Esto que vivimos no pasará
jamás en Ceuta, tan cercana geográficamente y a años luz de
distancia en la realidad política. En Ceuta, por lo que
conozco, no hay clientelismo político, ni cargos electos que
pasen por taquilla o cobren oscuros tributos por pelotazos.
Las lealtades están o no están, pero si hay que pagar por
ellas y se llega al taquillazo malo. Los electores no
perdonan jamás que, un político, traicione su confianza y se
lance a los brazos de quienes, a la postre, financian “el
invento”, promotores, constructores, empresarios,
profesionales… El electorado no vota en las urnas para que
controlen el destino de la ciudadanía los lobbys
empresariales, sino los cargos electos, en España no estamos
en atrasados países tercermundistas donde, las poderosas
multinacionales o los grupos económicos financian golpes de
Estado, contragolpes y ponen y quitan a políticos marioneta.
Y entramos en el proceloso tema de la financiación de los
partidos políticos, tema que lleva a aberraciones como el
impuesto de los empleados municipales catalanes a los
republicanos de Ezquerra “o pagas o te echo” repugnante
corruptela. Miro a Marbella, con sus turbios intereses
urbanísticos. Donde estaban mandando el cemento y el
ladrillazo y pienso ¡Dios libre a los cargos electos de
quienes se les acercan para buitrear! Porque, los buitres,
se acercan con almíbar pero, a poco que te descuides, de un
picotazo, te saltan los ojos.
Ceuta en la distancia se me antoja un modelo de gestión y
encima el alcalde presidente no se hace la cirugía estética
en días alternos como la alcaldesa de Marbella, ni se
liposucciona el trasero, ni amaga las cervicales ante
intereses espúreos, ni permite que la ciudadanía se incomode
con el vuelo de los buitres u otras aves de rapiña.
Transparencia, agilidad en las informaciones e incluso
explicaciones del por qué tanto suspense, hasta el final,
por si se celebraban o no las elecciones a la Cámara de
Comercio. Ceuta, el Club de la Buena Estrella ¡que
afortunados los ceutíes!.
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