Se va el mes de marzo, donde
apareció la primavera que la sangre altera, y debe ser
cierto eso de alterar la sangre porque he visto a un gaché
con dos redondeles rojos en ambas mejillas que sólo pueden
ser de dos cosas, de la alteración de la sangre como
consecuenciade la llegada de la primavera o de par de
“latigazos de mortificación”, que para eso se acerca la
semana de pasión.
Servidor, no es por nada, pero conociendo al individuo en
cuestión apostaría, en el caso de que se pudiése apostar,
por lo segundo, par de “latigazos de mortificación”.
El personaje, en cuestión, es una jartá de creyente o de
hacer creer que es una jartá de creyente ante los ojos del
resto. Y, naturalmente, como muy creyente, lo más lógico es
que se mortifique dándose un par de “latigazos”. En
Sudamerica que, por cierto no sé si está donde dicen que
está o en Madrid, hay quien no se conformacon darse par de
latigaszos de los de verdad, sino que llegan incluso a
clavarse en una cruz. Mi particular creyente, no creo que
sea capaz de llegar a lo de crucificarse, él tiene bastante
con pegarse par de “latigazos”, como está mandado. Que una
cosas es una cosas y otra cosas es otra cosa, No vayamos a
equivocarnos en el asuntode los “creyentes”.
Oiga, amigo guardia, la verdad sea dicha, donde se ponen par
de “latigazos de mortificación”, no se pone la alteración de
la sangre en primavera ni nada que se le parezca. ¡Peazo de
mortificación son dos “latigazos” de rioja del bueno!. Y ni
te cuento, serrana del alma, si ese par de latigazos va
acompañado de unos langostinos de Sanlucar, aunque en
Sanlucar ya no queden langostinos de esos que tienen la raya
en el lomo.
Y hablando del asunto de que en, Sanlucar, no quedan de esa
clase de langostinos recemos todo lo que podamos, para que a
los américanos de America, esos que son una jarta de malos
malisímos y a los japoneses, que no son tan malos como los
américanos de America, que sólo son personajes bajitos que
se llevaban los atúnes cogidos en la almadrabeta no les dé,
a ambos dos, porque les guste el jamón.
Como les dé por ese peazo de artículo, no vamos a ver un
cochino ni en pintura. Y es que del cerdo son bonitos hasta
los andares. Miren, no es por nada, ni por hacerle
propaganda al producto, pero tienen unos andares que no se
“pueen aguantá”.
Algunos no tuvimos la suerte de conocer al cerdo,sobre todo
sus patas hasta bien entrados en años y, desde entonces, no
hay patas que nos gusten más que las de los cerdos.
Sin embargo, tenemos quereconocer que por la niña de los
ojos, porque son niñas y a las niñas todo se les perdona,
por ser menores de edad, también se nos van los ojos, trás
unas buenas “patas”, conperdón, que tienen la misma forma
que los jamones. ¡Hay cada jamonas, currito de mis
entretelas, que te dejan sin respiración!. He dicho.
Me conozco a un gaché,al que los amiguetes, en petiti comité
y sin que llegue a sus oidos, le llaman “El Salido”, y no
porque el hombre esté todo el día en la calle o le guste
salir a pasear y pare poco en su casa. No, señor, le llaman
”El Salido”, porque está mas “salido” que el pico de una
mesa.
Para que se hagan una idea, de como está el gaché, los otros
días pasó una mosca volando, le vio las patas, y sacó el
móvil para llamarla y quedar a tomar unos vinos. Cómo
estaría ,ese día, “El Salido”, que no se dio cuenta de que
la mosca no tiene móvil ni, por supuesto, sabe hablar por
teléfono.
En fin déjemos a un lado el asunto de las “patas” no sea que
metámos la pata y alguien se dé por “eludido”, que diría
elgaché de marras, “El Salido” con ese piquito de oro que
asombra a propios y extraños, porque, entre otras cosas, no
hay un dios que le entienda cuando le da por largar.
O sea, repito, déjemos a un lado el asunto de las “patas que
hay sueltos muchos “hijos de patas”, incluso están
numerados, como son los patitos de la feria, que no me
negarán, que los patitos son hijos de los “hijos de pata”,.
o sea nieto de las patas. Y , además , los patitos de la
feria, tienen un número, con el que le pueden tocar grandes
regalos, un pito o una pelota.
La verdad, lo tengo que decir, no puedo ocultarlo, si tengo
que escoger, donde se pone un par de patas jamoneras de
cinco bellotas, no lo dudo ni un sólo momento las cojo
porque no hay nada que se les pueda igualar.
No soy nada ambicioso me quedo, simple y llanamente, con ese
par de patas jamneras, otros seguro que se querrían llevar
todo el animal a casa entre ellos, por supuesto sin dud a
alguna “El Salido”. Ese se lleva el animal entero a casa
para hacer guarradas. Vamos productos del guarro, tocino,
morcilla o chorizos.
Lo de hacer chorizos, sería una de sus máximas ilusiones
porque, al personaje en cuestión, le gusta más hacer unos
buenos chorizos que las patas de una mosca en caso de
extrema necesidad.
Un siglo de estos, en los que no tenga nada que hacer, les
voy a contar la vida y milagros de “El Salido”.
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