Cada pueblo tiene unas
peculiaridades especiales que les hace diferente de los
demás, porque siendo uno de los tantos miles de pueblos de
España, esa peculiaridades les hacen ser el mismo pueblo y,
a al vez, mostrar unas diferencias con el resto.
Una de las peculiaridades especiales que tiene este mipueblo,
y que le hace direfente a los demás, es acoger a todo el que
nos llega con los brazos abiertos y darle lo mejor de
nosotros. Cosas que, desgraciadamente, en la mayoría de los
casos no saben agradecer todos aquellos a los que el amorde
esta tierra les dio lo que en su vida, podía nimaginar
llegar a conseguir de no haber arrivado a ella.
Quizá sea por que estámos falta del cariño de esos
compatriotas nuestros que están a partir de la otra orilla
que, en ocasiones, por el desconocimiento, por envidia o por
mala milk de este trozo de suelo español, nos miran como un
bicho raro al que es mejor alejarlo de nuestro lado.
Ceuta es como esa mujer bella, a la que son muchos los
hombres que la desean, peroque se retienen, al ternerla
cerca, porque creen que es imposible que ellos puedan
conseguir tener el amor de esa mujer tan bella.
Mientras, Ceuta, sigue esperando, con los brazos abiertos, a
que se le acerque alguien y le muestre un minímo de cariño
para entregarle todo el amor de que es capaz una mujer
enamorada.
Ese es el gran problema de nuestra tierra, que se entrega y
da todo lo mejor de ellla mientras, en la mayoría de las
ocasiones, ve como le vuelven las espaldas incluidos algunos
de sus propios hijos que sólo laquieren para sacarle todo el
jugo que puedan conseguir. Y una vez coseguido ese jugo como
el amor conseguido, de forma falsa, por la mayoría de todos
los que nos llegan del otro lado del estrecho, nos abandonan
y llegando a la bocana, mientras el buque enfila hacia la
otra orilla en un viaje sin retorno nos hacen un corte de
mangas al que añaden, cuando llegan a su pueblo, toda una
serie de criticas a la que tierra que les acogió con los
brazos abiertos y les dio el bienestar de que gozan.
Sepulcros blanqueadoa, legión de falsos e hipócritas que no
se merecen ni el pan que se comen porque, al menos ,
debenser agradecidos, con una tierra que les dio todo a
cambio de nada ya que, en la mayoría de los casos, sólo son
vendedores de humo sin preparación alguna.
Porque esta tierra, comodecía casi al principio de
esteescrito, en su deseo de dar todo el cariño del mundo a
cuantos nos llegan, desprecia incluso el valor de sus
propios hijos, cambiando oro por ..... De ahí iuna de las
frases de un buen ceutí: “Ceuta es una madrasta para sus
hijos”.
Muchos fueron los que se enfadaron con la frase escrita en
un libro de oro al no querer aceptar esa verdad escrita más
con el corazón que con la cabeza pero que, en defintiva,
encierra todo aquello que muchos callamos por no herir a
nuestra tierra, peror no por ello deja de ser una verdad
como un templo.
Basta que alguien llegue a nuestra tierra, diciendo que es
el que mejor sabe hacer la o con un canuto de caña, para que
rapidamente consiga un puestecito bien renumerado con mando
en plaza. Y nada importa que se diga y se demuestre que
aquí, en esta tierra, el más tonto saber hacer la o sin
necesidad del canuto, para que, veloz como el vientosalgan
los “sabios” de siempre diciendo, no hay comparación posible
el del canuto es, por un suponer, del norte lo que ya es
aval suficiente para que nadie, en ésta tierra, sepa hacer
lo que él o ella han dicho que saben hacer.
Ello conlleva a que nuestros hijos, los hijos de esta
bendita tierra, en cuanto terminan sus carreras con mucha
más preparación que todos esos que nos vienen vendiendo
cartuchitos de humo de diferentes pueblos de España, tengan
que buscarse las habichuelas en otros lugares de la
Península. Manda...la cosa. Ceuta es así y nada ni nadie va
conseguir cambiarla ¡Que pena!.
No sería justo no reconocer que muchos de los que nos
llegaron, desde distintos puntos de España, correspondieron
a ese amor que Ceuta les entregó y la defendieron como si
hubiesen nacidos en ella. Ser ageradecidos , es de ser bien
nacidos. Y son muchos, los que nos llegaron de fuera, que
son agradecidos. Pero esos son, con toda certeza, los que no
ocuparán jamás carguitos que les dé buenos dividendos, ni se
comprarán un coche caro y unterreno en su tierra natal para
disfrutarlo, cuando nos hagan el corte de manga, al
emprender ese viaje sin retorno.
Esos juntos a los que de verdad amamos a la tierra en la que
nos parió nuestras madres, seremos los que, sin esperar nada
de ella porque nada nos tiene que dar, lucharemos contodas
nuestras fuerzas por defenderla hasta el final de nuestras
vidas.
Porque a esos que nos llegan de fuera a ocupar puestecitos
bien renumerados, se unirán muchos de esos otros que se
pasan la vida diciendo “Ceuta, te quiero más que a nadie” ,
mientras le dicen adiós desde la bocana. ¿ O no?.
|