Agentes de la unidad UCRIF de la Policía Nacional de Ceuta
han desarticulado en los últimos días dos redes de tráfico
de personas. Tres son las coincidencias en ambas
operaciones: las dos traficaban con ciudadanos de origen
marroquí; su destino eran diferentes puntos de la Península;
y los cabecillas cobraban altas sumas de dinero a los
inmigrantes, que resultaban estafados y que, en muchas
ocasiones, no eran conducidos hasta el destino prometido. La
primera de las tramas la protagoniza un matrimonio,
residente en la Ciudad Autónoma, que ocultaba a los
inmigrantes en el interior de una vivienda. Tras una
estancia a aproximada de entre diez y quince días, los
ciudadanos marroquíes eran trasladados a la Península por un
importe que rondaba los 3.000 euros. Con esta cantidad se
costeaba la falsificación de documentos: pasaportes,
visados, permisos de residencia, etcétera. Además, por las
dos semanas de estancia, escondidos en Ceuta, los
inmigrantes debían abonar alrededor de sesenta euros más. La
Policía Nacional seguía la pista a los dos sospechosos desde
el pasado mes de diciembre, cuando un ciudadano marroquí
alertó a los agentes tras haber sido estafado por la pareja.
La víctima explicó a la Policía que en la vivienda se
ocultaba a personas que iban a ser trasladadas a la
Península; en el momento de actuar, la Policía Nacional
encontró en el piso a un marroquí escondido en una de las
habitaciones. La operación continúa abierta, por lo que no
se descartan nuevas detenciones y nuevos datos que arrojen
luz sobre los hechos. El matrimonio ha sido detenido por un
presunto delito contra los derechos de los ciudadanos.
Camión del supermercado
La segunda red de tráfico de personas que ha desarticulado
la Policía Nacional tiene que ver con un empleado de un
supermercado de Ceuta. Al parecer, el trabajador que ha sido
arrestado por un presunto delito de tráfico ilegal e
inmigración clandestina, escondía a los inmigrantes
marroquíes en el interior del camión de transporte de la
empresa. Esta operación se ha producido en las últimas horas
y continúa abierta y en pleno proceso de investigación.
También fue la denuncia de uno de los afectados, en este
caso un ciudadano de origen argelino que no llegó a realizar
el trayecto, la que alertó a los agentes de la Policía
Nacional que comenzó a seguir la pista del trabajador a
principios de mes. Este, aprovechando su condición en la
empresa, introducía a los inmigrantes en el camión utilizado
para el suministro de mercancías, quedando ocultos entre los
palés vacíos o en la cámara frigorífica.
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