Servidora no se fía una mierda,
con perdón de la palabra, de ese anunciado, cacareado,
publicitado hasta la saciedad y mosqueante “Alto el fuego
permanente” de los puercos de ETA. Desconfío porque puede
ser “más de lo mismo” de la tregua de 1998, una burda
engañifa para obtener, a cambio de supuestos buenos
propósitos, dinero y privilegios.
Dinero necesitan esos zarrapastrosos, porque son unos
pobretones acostumbrados a chupar subvenciones directas o
indirectas del Gobierno Vasco, siempre tan generoso para
financiar con los dineros ajenos a los familiares de los
presos en sus excursiones a las cárceles, a los abogados de
los asesinos, los peculios millonarios, los repugnantes
lavaderos de cerebros infantiles que son las ikastolas, la
kale borroka, la enseñanza del euskera a los esquimales y
todo aquello que sea nebuloso y subvencionable, al margen
del control del Tribunal de Cuentas.
Mucho bombo y platillo y desde ahora, toneladas de
eufemismos y repetición de palabrejas ¿recuerdan? Tras cada
asesinato “la repulsa, la condena y el rechazo” y para
asustar a los criminales y hacerles algún tipo de daño moral
“el minuto de silencio” o las manitas pintadas con kanfort
blanco. Pamplinas. El pueblo llano, estos curritos y estas
marujas que somos la piel de nuestra tierra, preferimos
buenas inspecciones de las subvenciones fantasmagóricas y
correndijas a los Juzgados para denunciar a los corruptos y
meterles en la cárcel que empaparnos de palabras…Y ahora nos
vamos a empapar.
“Desde la cautela y desde la prudencia” Mil veces repetido,
hasta abaratar los términos. La gentuza de ETA pone a 851
muertos sobre la mesa y muchos cientos de millones
esquilmados a los empresarios vascos con el impuesto
revolucionario. ¿Y ustedes se creen que esta manada de
indeseables van a abandonar el terrorismo y ponerse a
trabajar en una obra o preparar unas oposiciones?.
Impensable. Querrán dinero. Y mucho. Y puede que hasta
ocupar buenos cargos en ese ente, para mi repulsivo, que es
el Gobierno Vasco.
El sillón, el sueldazo, las dietas, el kilometraje y las
comilonas, el sueño dorado de cientos de españoles que ni
asesinan, ni son delincuentes habituales, sencillamente son
currantes que se buscan la vida y arañan unas pesetas de
donde pueden a fuerza de mucho trabajo y sacrificio.¡Que
leches! Servidora también sueña con medrar!.
Los del alto el fuego van a por billetes y a buscar aún más
mejoras para sus presos, ese gazmoño y quejicoso colectivo
de los presos etarras, que, para indignación del pueblo,
siempre ha gozado de impensables privilegios, inalcanzables
para el resto de la población reclusa.
Todo muy asqueroso, con aquellos y con estos. Hablarán de
acercamiento, para estar todos juntos, hacer capillita y
mandar en la cárcel más que el director. Y después de
indultos o amnistía. Para salir de las prisiones con las
buenas carreras universitarias que regala a los analfabetos
ese ente corrupto llamado Universidad del Pueblo Vasco y
entre las carreras y los dineros que les regalen vivir como
marqueses.
Yo, de entrada digo no. Ni se mueve un preso, ni se dan
indultos, a menos que esos indultos sean perdones amañados
que beneficien a todos los presos de España, que, el ladrón,
el traficante, el estafador trajinoso y demás (siempre
excluyendo a terroristas, asesinos de mujeres, maltratadores
de niños , violadores y pedófilos) tienen mucho más derecho
que los asesinos a gozar de medidas de gracia. Porque ellos,
los presos comunes, excluyendo a los del colectivo antes
citado, son mucho mejores personas y merecen más una segunda
o tercera oportunidad. Al menos ellos no negocian con 851
muertos sobre el tapete.
Que se lo digo, estas sabandijas quieren millones, asesinos
libres y autodeterminación, porque el que aparezca en el
Estatuto catalán el término “nación” les ha dado alas y
sueñan con una nación vasca en la que manden ellos y se
queden ellos con los dineros. Precio político ninguno,
porque a todos repugna el pagar y el premiar porque dejen de
matar, que es lo que ellos buscan. Yo no me fío una mierda,
para que nos vamos a engañar.
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