Trascurridos siete días desde que el técnico jerezano Carlos
Orúe cogiese el testigo en el banquillo de la Asociación
Deportiva Ceuta, los jugadores continúan adaptándose al
nuevo plan de trabajo del recién llegado, en el que priman
las sesiones preparatorias algo más intensas y prolongadas,
además de los minuciosos análisis audiovisuales de los
distintos rivales, reservadas para las diversas reuniones de
tarde que suponen una cita ineludible en la agenda del
andaluz. El conjunto caballa dispone de media semana antes
de afrontar el vigésimo noveno compromiso del Campeonato que
traerá al estadio Alfonso Murube al Villanueva de Rafael
Carrillo ‘Falete’, uno de los tantos rivales directos frente
a los que, tal como pintan las cosas en la clasificación del
grupo cuarto, no cabe la posibilidad de errar.
La plantilla se entrenó ayer en el Martínez Pirri en lugar
de hacerlo sobre el césped del feudo caballa, tras dedicar
el pasado lunes a una suave sesión de recuperación y haber
trasladado el descanso semanal al martes, no se sabe aún si
por una razón puntual o como una más de los nuevas consignas
de la ‘era Orúe’. La sesión estuvo inmersa en una mañana
desapacible, marcada en sus inicios por fuertes rachas de
lluvia que empaparon el terreno lo suficiente para
dificultar el duro trabajo al que el cuerpo técnico caballa
sometió a los suyos. Rómulo Díaz se encargó de cuidar la
parte física con grupos reducidos de jugadores, mediante
salidas en sprint y continuos unos contra uno, mientras que
Orúe y un Nayim algo más en sintonía con su nuevo superior
dirigieron en paralelo el trabajo táctico con el resto de la
plantilla. El técnico jerezano insistió en las salidas desde
el medio campo, partiendo desde ambos lados del círculo
central con rápidas transiciones y diagonales al contragolpe
que provocaron más de un quebradero de cabeza en algún que
otro miembro de la escuadra blanca, que parecía no entender
con exactitud las instrucciones precisas del míster. Dicho
desconcierto llegó a provocar el descontento del andaluz
que, intentando despertar el ánimo recriminó a los suyos una
mayor concentración, considerando que se estaba trabajando
“al quince por ciento de las posibilidades” y que, de
continuar en esa tónica, suprimiría el trabajo con balón,
reduciéndolo a la carrera continua.
Maduradas las ideas y como reacción a los gritos de atención
del nuevo técnico, los jugadores emplearon los cinco
sentidos para meterse de lleno en el ejercicio que acaparó
gran parte del entrenamiento de ayer y, esforzándose por
superar las dificultades de circulación provocadas por el
estado del terreno, trataron de llevar a buen puerto las
finalizaciones pretendidas por Carlos Orúe, en las cuales la
mayor complicación consistió en evitar las posiciones
adelantadas con respecto a la pelota, es decir, el fuera de
juego.
La sesión prosiguió en la misma línea, llegando a su punto y
final con un ejercicio de similares características, esta
vez con salida desde ambas líneas de banda y añadiendo la
recuperación de posiciones una vez producido el disparo a la
portería defendida en alternancia por los tres guardametas.
Así se llegaba a la conclusión de una exigente jornada
matutina, tras la que fue imprescindible la realización de
una dilatada tanda de estiramientos musculares antes de
abandonar el terreno de juego, con el fin de evitar el
incremento del número de huéspedes de una enfermería en la
que permanecen el lebrijano Sergio Tejero y el argentino
Diego Herrera. Este último, que simplemente no pudo entrenar
junto al resto de sus compañeros debido a un leve pinchazo
muscular sufrido el pasado domingo en el Sánchez Pizjuán y
que le obligó a abandonar el terreno de juego en el minuto
63, dedicó la jornada a ejercicios de recuperación.
“Fútbol vistoso e ideas claras”
El de Lebrija, que ayer volvió a entrenar apartado del resto
del grupo, resumía en pocas palabras la filosofía que, a su
juicio, quiere introducir en el seno del vestuario blanco el
jerezano Carlos Orúe. “Un fútbol vistoso, sin demasiadas
complicaciones y con las ideas muy claras”, afirmaba. Sergio
Tejero aseguró que “la plantilla al completo está abierta a
los cambios del nuevo míster” y confesó asimismo que a
título particular conserva las ilusiones de poder entrar a
formar parte de los planes del jerezano, a pesar de haber
sido descartado por su antecesor. Por tanto, las ganas de
concluir el periodo de recuperación que parece no haber
llegado a su fin, tras haber comprobado anteayer junto al
fisio Alberto León que su recto anterior no está al cien por
cien, son aún mayores. Por el momento el lateral es una de
las bajas aseguradas para el domingo.
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Berruezo y Platero, los castigados
La vuelta de Juan Carlos Cerveró a
la lista de ‘disponibles’ de la plantilla blanca, de cara el
encuentro del próximo domingo frente al Villanueva
correspondiente a la vigésimo novena jornada del Campeonato,
coincide con las bajas de Pedro Berruezo y Dani Platero,
ambos castigados con un partido de suspensión por
acumulación de cinco cartulinas amarillas. Así lo reflejaba
ayer el acta de sanciones transmitido, como cada miércoles,
por el Comité de Competición de la Federación Española de
Fútbol.
Con ellos serán tres los jugadores de la Asociación
Deportiva Ceuta que con toda seguridad se perderán la nueva
final del domingo, en la que los ceutíes tratarán de saldar
cuentas con el Villanueva, ya que Carlos Orúe tampoco podrá
contar con el lesionado Sergio Tejero. El algecireño Dani
Platero, por su parte, tan sólo ha podido intervenir en dos
encuentros desde que sufriera su último castigo tras haber
sido expulsado por doble amarilla durante la vigésimo quinta
jornada ante el Almansa.
El Talavera ha sido otro de los perjudicados del grupo
cuarto tras la disputa de la última jornada, en la que acabó
cayendo por la mínima ante el Díter Zafra. De cara a su
visita del próximo domingo al Extremadura, los toledanos
pierden a Novillo e ‘Ivo’. Pero sin duda el que se lleva el
peor de los castigos esta semana es el técnico del Badajoz
‘Nene’ Montero, quien ha sido sancionado con tres encuentros
de suspensión por reincidir en su comportamiento poco
respetuoso hacia el trío arbitral ante el Conquense.
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