Antonio Moreno visitó ayer Ceuta para anunciar oficialmente
el comienzo de la segunda fase de las obras de mejora de la
red de abastecimiento de aguas de la ciudad. La ejecución
comenzará la semana que viene y durará entre doce y quince
meses: la mitad para cada eje de actuación. Los trabajos se
llevarán a cabo en el área Serrallo-Monte Hacho y Benzú. El
secretario general para el Territorio y la Biodiversidad
añadió que las obras tienen carácter de emergencia y que
paliarán en gran medida las pérdidas que sufre actualmente
la red ceutí, que alcanzan el cuarenta por ciento. Mantener
estas cifras en torno al diez por ciento sería un éxito para
los responsables del Ministerio de Medio Ambiente.
Las actuaciones en este sentido se completan, según apuntó
Serrano, con la mejora de las redes complementarias. Serrano
recalcó que, a pesar de que las competencias corresponderían
a la Ciudad Autónoma, el Ministerio actúa dada la
trascendencia del proyecto y lo hace porque “lo que es
importante es que se lleve a cabo”, aunque no dudó del
agradecimiento del Ejecutivo ceutí para con el central.
Serrano adelantó, por otro lado, un futuro acuerdo del MMA y
la Ciudad, a incluir en la Agenda 21, perfilado de momento
aunque a falta de que el Gobierno local presente un listado
con todas sus necesidades ambientales. A partir de ese
momento, el Ministerio iniciará actuaciones que fomenten el
desarrollo sostenible. Todavía es un borrador aunque Serrano
espera que esté finiquitado a finales de verano y que el
trabajo real comience en septiembre.
Este asunto fue tratado, con toda probabilidad, en el
encuentro que mantuvieron Antonio Serrano, la consejera de
Fomento, Elena Sánchez, y Carolina Pérez, consejera de Medio
Ambiente. A la reunión, que tuvo lugar a media mañana en la
Asamblea, también asistieron el delegado del Gobierno,
Jerónimo Nieto, y el presidente de la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir, Francisco Tapia Granados.
Sequía
La sequía es uno de los fenómenos que más preocupa al MMA.
El año 2005 fue en Ceuta, en palabras del secretario general
para el Territorio y la Biodiversidad, “fuertemente seco”.
La media estimada entre cada periodo sin lluvias varía entre
los siete y los once años, por lo que se hace inevitable el
desarrollo de planes protocolarios que traten de atajar sus
consecuencias y que permitan que la Ciudad Autónoma deje de
depender tan abiertamente de los fenómenos meteorológicos.
La solución ha de aportar autonomía a Ceuta. La ampliación
de la desaladora sería una de las salidas más viables: el
abastecimiento, según indicó Antonio Serrano, garantizaría
el abastecimiento de la ciudad y, por otro lado, se podría
hace un uso más racional de las reservas de agua de los
manantiales y arroyos. Los problemas medioambientales
derivados del uso de la desaladora han sido estudiados por
el MMA: los residuos de agua salobre y el consumo energético
de la planta no suponen riesgos de importancia para el
entorno natural.
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