Las obras del espigón de la playa de la Ribera siguen
avanzando. Una vez construida la parte que va entre la roca
y la muralla, en estos momentos se está realizando la
ampliación del espigón sobre la capa de agua, que llevará
una pequeña prolongación de cota cero, es decir, sobre el
nivel del mar, según explicó Juan Fernández Rañada, jefe del
Servicio de Costas de Málaga.
Con la prolongación de la escollera a ras de agua, que
llegará hasta los 15 ó 16 metros, “quedará asegurado el
cierre de los sedimentos desde la playa al foso por lo que
el problema debería quedar resuelto”, comenta Rañada.
Lo único que queda por hacer a partir de aquí, es la
construcción de un murete de recrecimiento del espigón en
tierra, que tardará en hacerse entre 10 y 15 días, tiempo
estimado para que finalice la obra. “La finalidad de este
espaldón sobre tierra es la de evitar que los sedimentos de
arena lleguen en suspensión hasta el foso con la ayuda del
viento, de manera que el espaldón actúa de barrera”, explicó
Juan Fernández Rañada.
El muro de recrecimiento tendrá una altura de entre 80
centímetros y un metro, por 1,50 metros de ancho
aproximadamente, “para que pueda servir de asiento a los
pescadores o los transeúntes”.
Quedaría pendiente para el mes de mayo el trasplante de 7 ó
8.000 metros cúbicos de arena desde la playa de La Ribera
hasta el Chorrillo para lograr homogeneizar la superficie de
ambos arenales, una actuación cuya ejecución aún está por
decidir, pero que es bastante probable.
Por otro lado, el jefe del Servicio de Costas de Málaga,
Juan Fernández Rañada, explicó que tras realizar una
batimetría del foso de San Felipe, los resultados confirman
que actualmente tiene más calado que cuando se realizaron
las mediciones antes de su cierre.
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