Esto es horroroso y calamitoso. Contemplar a los políticos
cruzar burdas espadas dialécticas para justificar lo
injustificable: la desprotección de la ciudadanía ceutí
durante los actos vandálicos posteriores a la poco
concurrida manifestación. Discuten y discrepan desde los
sillones de sus despachos oficiales, esos que les hemos
otorgado, de favor, los españolitos de a pie con nuestros
modestos votos, humildes sufragios que, a tantos
privilegiados, les han solucionado la vida. Pontifican y
lanzan fulminaciones, pero no piden perdón, ni realizan acto
de contricción alguno para reparar el mal causado.
Ni piden perdón al pueblo, que merece algo más que
disculpas, ni, lo que es más importante, se excusan
públicamente y dando la cara ante la UIR y el 092,
acuartelados y maniatados, sin posibilidad de intervenir en
los actos de barbarie, por puras rencillas políticas. Lo que
demuestra que tanto al Delegado de Gobierno como al
Presidente Alcalde le importamos los ciudadanos una poca
mierda y como no estamos en época electoral y no necesitan
mendigar el sufragio, nos ningunean despectivamente, a
nosotros y a esas Fuerzas de Seguridad de la Ciudad
Autónoma, la Policía Local, de la que tanto dependemos,
porque son garantía de orden y hacen habitable este pueblo,
porque se hacen respetar por los malos y protegen a los
buenos que son los que pagan los impuestos de los que se
derivan sus sueldos, los malos no suelen hacer declaración
de la renta, como ciudadanos son puramente improductivos y
parasitadores, un handicap para el entramado social.
Aquí lo de menos es que, los organizadores de la “manifa”
que es como se llama a las manifestaciones, anden rasgándose
las vestiduras y pidiendo líneas de crédito para pagar, como
es su obligación legal, los daños, destrozos y desperfectos
causados por los suyos. De hecho la responsabilidad civil
les compete y pagan por las buenas o pagarán con costas e
intereses en virtud de sentencia firme y que no gimoteen
escurriendo el bulto porque, en cualquier manifa convocada
por un colectivo incapaz de prever posteriores disturbios,
por imprudencia o por incapacidad, pagan los organizadores y
no hay más vuelta de hoja. Los damnificados ceutíes tienen
idénticos derechos a verse compensados y resarcidos que los
del resto del territorio nacional. A no ser que los
Gobernantes opinen que, los perjudicados, son ciudadanos de
tercera a quienes no es necesario, ni dorar la píldora ni
contemplar sus legítimos derechos y si es así, mejor que lo
digan, para que las criaturitas reconsideren su voto en un
futuro.
Y vuelvo a los Poderosos que se apalancan agustamente en sus
sillones. Ni un puto acto de contricción por su parte, a lo
que, honestamente, entiendo que, como votante e histórica
que soy del Partido Popular, ha de corresponder al menos una
petición de perdón de por mi parte y en nombre de los que
somos iguales: currantes, cibercatólicos y de la
ciberderecha, paganinis de los sueldazos y gente muy
principal, del ADN de Viriato y de los cojones de Mío Cid,
es decir, españoles. Pido perdón en nombre de quienes están
ahí gracias a nuestros sufragios y que hoy cacarean como
gallinas disputando, pero callan culpablemente en el momento
de los perdones. Perdón al 092 y a la UIR y no echeis cuenta
de los Poderosos sino del pueblo llano que es la piel de
esta tierra nuestra. Perdón y nuestro inmenso
agradecimiento, nuestras manos en vuestras manos, que Dios
os bendiga y que la luz os acompañe.
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