Dos ciudades hercúleas, dos
ciudades marcadas por un destino paralelo, dos ciudades que
han caminado a lo largo de la historia unidas, dos ciudades
que llegaron a ser parte de lo mismo. Ceuta y Cádiz, Cádiz y
Ceuta han rubricado un hermanamiento oficial que ya se
sentía oficioso entre los propios ciudadanos de ambas
poblaciones.
Los actos certificaron unos sentimientos cercanos que
siempre estuvieron muy presentes entre los ceutíes. Cádiz,
con su alcaldesa a la cabeza y Ceuta, con su presidente al
frente corroboraron finalmente “la vocación de estar juntos”
como afirmó la primera edil gaditana. El ‘avío’, la ‘jartá’,
lo ‘agarrao’ o lo ‘saborío’ son expresiones comunes en
Ceuta... y comunes en Cádiz. Sólo en estas dos ciudades y en
su entorno. Clara muestra de lo que siempre ha sido la
estrechísima relación de lo gaditano y de lo ceutí. El
hermano gaditano, la hermana Cádiz--’Cai’, ahí es ná que
diría aquel. El esplendor del acto fue evidente, se echó en
falta alguna cara conocida del espectro político ¿pero?...
La mañana se alzaba ayer con la resaca de lo acontecido doce
horas antes por las calles del centro. Si los trabajadores y
la empresa de autobuses han dado un puñetazo en la mesa, los
empresarios y viandantes que padecieron el vandalismo
callejero han mostrado su indignación absoluta por lo hechos
y piden responsabilidades, las reacciones políticas,
sociales e institucionales han sido de condena y reprobación
absoluta.
La situación debe tornar a la calma, pero era muy previsible
que elementos díscolos, aprovechando la coyuntura, la liaran
como la han liado. Sólo falta averiguar ahora quienes fueron
los autores de tales algaradas y si estuvieron dirigidos.
Falta averiguar la laxitud de la respuesta policial ante la
petición de auxilio ciudadana, tal y como se ha denunciado.
Algunos sindicatos policiales pueden aportar respuestas la
próxima semana. Sólo falta por averiguar esos últimos datos
porque el orígen de tanta incoherencia e irresponsabilidad
sí lo conocen ya casi todos.
|