Soy afiliada, militante y votante del PP desde que, en 1977
me subí al carro de los perdedores de una AP dirigida por
Don Manuel y que aglutinaba a los llamados “Siete
magníficos”. Siendo estudiante de Derecho en Granada fui
vapuleada por los cachorros de Blas Piñar y posteriormente
sufrí, junto a mis compañeros de militancia, capujanas
notables por parte de aquella Joven Guardia Roja que
comandaba Pina Lopez Gay.
Padecí el varapalo de una Coalición Democrática de Fraga,
Areilza y Osorio donde familiares míos directos se
presentaron al Senado y trabajé a las órdenes de Javier
Carabias en el curso 79-80 en una sede costrosa
perpendicular a la Gran Vía madrileña, en calle Silva 23,
sede pagada con grandes fatigas por un Don Manuel
perennemente abrigado por un raído loden color verde, un Don
Manuel infatigable al que, el posteriormente traidorzuelo
Jorge Verstrynge Rojas, agitaba el botafumeiro. La Historia
siempre ha demostrado que, los grandes pelotas, los
cobardes, los trepaollas, los mindundis, los vasallos y los
seguidistas, son los más proclives a la traición., porque
son como son :unos asquerosos.
Con excepción de un año de mi vida que me dediqué al
sindicalismo siempre he sido del PP, se llamara como se
llamara. Soy por lo tanto de las antiguas, de las
auténticas, de las que ha presenciado como no teníamos
dinero ni para comprar sellos en las campañas electorales.
No pertenezco por supuesto a una hornada de ventajistas, ni
de esos que han sabido encaramarse al carro del poder para
chupar de la teta institucional, será porque nunca me han
gustado las reverencias y solo me siento capaz de inclinarme
, por principios, ante Su Santidad el Papa en primer lugar y
ante cualquier científico becado que malviva dando clases
particulares a niños de la ESO mientras investiga para el
bien de la Humanidad. Al resto de tú a tú, sin diferencias
de rangos ni posiciones, pues soy , como tantos somos, como
ustedes son, persona muy principal, ciberc@tólic@ de la
ciberderech@ neocom. madre de familia, rifeña, curranta y
descendiente directa de mi abuelo, un campesino andaluz
analfabeto de ascendencia gitana al que llamaban “el tío
José” que allá por los años veinte decidió probar fortuna en
el Protectorado Español junto a su familia. Pasó más hambre
que un lagarto detrás de una pita destripando los terrones
de las áridas tierras del Rif y murió de pulmonía porque no
tenía dinero para comprar penicilina. Lo dicho, soy persona
muy principal y así me siento y así funciono y porque me
sale de una parte de la anatomía que, las patiperras dicen
que “se lava y se estrena”, me dirijo al Gobierno del
Partido Popular de la Ciudad Autónoma de Ceuta para decirle:
No en mi nombre.
No en mi nombre ni en el de los que votamos al PP se puede
cometer la acción miserable de arrebatar a una chirigota un
premio ganado en concurso de méritos y arrebatárselo por
miedo al colectivo islámico. No hay más lecturas ni caben
más interpretaciones. Acción antidemocrática, vejación
directa a las más o menos seiscientas personas que
aplaudieron a la chirigota Los Polluelos en sus diatribas
sobre los turcos u otomanos, malos tratos flagrantes a los
integrantes de la agrupación musical, humillación
innecesaria y por supuesto, poniéndonos constitucionalistas,
carga de profundidad contra libertades fundamentales en
nuestra bella cultura occidental, como lo son las libertades
de expresión y de opinión, que no pueden estar condicionadas
por las iras o los supuestos agravios de ningún colectivo,
por muchos que sean los privilegios de los que este
colectivo disfrute. Se ve, se palpa, que a los gobernantes
ceutíes les importa más bien poco indignar a su electorado,
tal vez piensen que los peperos , al no ser de izquierdas,
no tenemos “otra cosa” a la que votar y pecan de exceso de
confianza, porque, aunque las bases nos sintamos heridas,
ofendidas y humilladas por el atentado contra la libertad de
expresión, nos toca jodernos, con perdón de la palabra,
porque no hay “otra cosa” y de eso viven los aupados al
poder con nuestros votos, del “no hay otra cosa”, colegas
¡que cutrez!.
Este artículo va directo a Génova 13, por supuesto y no me
sirve el que traten de conformarnos. De hecho he tenido
contactos con ceutíes de cierta relevancia y aunque mis
fuentes son secretas, sí puedo decir que han constituido una
comisión a toda prisa para contabilizar los viajes a la Meca
que llevan pagados a integrantes del colectivo islámico para
evitar infracciones del principio de Igualdad del art.14 de
la Constitución y que no sigan hablando los católicos de
trato discriminatorio de connotaciones claramente racistas.
Me han confirmado que, a partir del próximo mes de abril, la
Ciudad Autónoma costeará una vez al año peregrinaciones de
cristianos al Vaticano, a los Santos Lugares, a Lourdes si
se trata de enfermos que quieran pedir sanación, a Fátima, a
Torreciudad para los que seguimos fervorosos a nuestro Padre
San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás y a San Andrés de
Teixidó a toda la ciudadanía occidental, ya que es sabido
que a ese enclave mágico de Galicia se va en vida o a la
muerte. La noticia va en serio y es una exclusiva.
También mis fuentes, al más alto nivel me confirman sin
ningún género de dudas que, la Comisión Antidiscriminación
Racial, bajo el slogan de “Los católicos no son en Ceuta
ciudadanos de tercera regional” están contando los borregos
que llevan regalados a los islámicos con motivo de sus
festividades y han prometido formalmente regalar a los
católicos cestas de Navidad en igual número compuestas por
embutidos ibéricos, dulces y polvorones, peladillas, anís
del Mono, una lata de espárragos, una caja de yemas El
Ecijano “El placer del sibarita” y mazapanes. Pero es que no
se puede con el Gobierno de la Ciudad Autónoma, es que son
de mala condición ¿Pueden creer que se niegan a incluir en
las cestas un buen jamón? Dicen que el presupuesto no da
para tanto. Pero con todo y con eso, aunque nos inviten y
nos regalen, aunque se den cuenta de que, los cristianos
“puede” que también tengamos nuestra sensibilidad y podemos
sentirnos “muy” maltratados y discriminados, por no decir
ninguneados y ferozmente puteados, yo sigo diciendo “No en
mi nombre”.
Soy base de la base, pero mi humilde voto, cientos de votos
humildes, son los que aupan al sillón. Para mi, lo más
honrado sería que, el Gobierno de la Ciudad Autónoma, es
decir, sus integrantes, actuaran en nombre propio para
cometer actos de este calibre. Nunca en España se ha
retirado un premio, ni penalizado, ni procesado, ni
imputado, ni acusado, ni puteado a ninguna comparsa, banda o
chirigota carnavalera y casi todas son ferozmente
irrespetuosas, pero también irresistiblemente cómicas. Este
acto, tan vil, tan malvado, tan vergonzante, no tiene
precedentes en la nuestra Historia, que es la historia de la
lucha por las libertades.
Que los del Gobierno no se amparen en las siglas del PP, por
respeto a los votantes y si se amparan que aclaren que no
actúan en nombre de las bases, sino movidos por sus
fantasmas particulares. Lo digo yo, persona muy principal,
ana rifía y nieta del tío José : NO EN MI NOMBRE.
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