El encuentro entre los representantes de las cuatro
confesiones fue largo: cerca de dos horas de reunión que
dieron como resultado un comunicado conjunto condenando “de
manera categórica cualquier comportamiento contrario a los
mencionados valores” de respeto y tolerancia “con
independencia de credos religiosos u orígenes étnicos”. El
acto tiene su origen en la final oficial de los ‘Carnavales
2006’ y en la letra de la chirigota ganadora, ‘Los polluelos
con pelo en los güevo’, que ha agraviado a gran parte del
colectivo musulmán de la ciudad y que ha motivado la
convocatoria de actos de manifestación ciudadana y política.
Juan Jesús Vivas, que presidió en el Salón de la Rotonda,
esta pequeña cumbre religioso-cultural, convocó el encuentro
con el objetivo de reflexionar sobre los sucesos ocurridos
en el certamen. Rodeando a Vivas, el resto de protagonistas
de la jornada: Francisco Correro Tocón, vicario de la
Diócesis de Cádiz y Ceuta; Hamed Liazid Haddú, imán de
Ceuta; Ramesh Chandiramani, presidente de la comunidad
hindú; y José Hachuel Cohén, vicepresidente del colectivo
israelita ceutí. El presidente autonómico rehusó
pronunciarse tras la cita. Sí lo hicieron los miembros de
las cuatro comunidades, que, apelando a su representatividad
hicieron un llamamiento “al sentido común y a la calma, a
fin de evitar riesgos innecesarios que pongan en peligro la
tranquilidad de nuestra ciudad y su buena imagen”.
La valoración más esperada era quizá la del imán Hamed
Liazid, que se limitó a señalar que lo expresado en el
escrito resumía el sentir del colectivo; que el asunto de la
chirigota “debe quedar atrás” y que el paso a dar ahora es
el esfuerzo “codo con codo” para salvaguardar los valores de
convivencia que cimentan la sociedad ceutí. El comunicado,
rubricado por Correro Tocón, Liazid Haddú, Hachuel Cohén y
Chandiramani, no menciona en de forma concreta los
incidentes carnavaleros pero hace referencia a
“acontecimientos vividos en estas últimas semanas” y a la
necesidad de evitarlos en el futuro.
Tampoco se realizó mención alguna, ni en el texto ni en las
declaraciones posteriores, a la querella presentada el
pasado lunes por Unión Demócrata de Ceuta e Izquierda Unida
contra miembros de la Ciudad Autónoma -Juan Jesús Vivas, la
consejera de Cultura y Educación, Mabel Deu, y Juan Antonio
García Bernardo, viceconsejero de Festejos de la Ciudad-.
Este asunto pertenece al ámbito político y, según expresaron
los representantes de las cuatro comunidades, no les
corresponde a ellos valorarlo. El vicario, que fue el
encargado de la lectura a los medios del comunicado, explicó
que el encuentro había servido para manifestar las
impresiones desde cada colectivo pero que sus conclusiones
estaban lejos de valoraciones políticas o referidas al
certamen en sí. La competencia en este ámbito, para las
autoridades. “Sólo hemos hecho una valoración de la
situación que estamos viviendo y hemos manifestado por donde
creemos que tenemos que seguir caminando”, indicó Correro
Tocón, “son principios básicos pero generales”. Tanto
Chandiramani como Hachuel (que acudió en representación de
José Bentolila, presidente de la comunidad hebrea, se
encuentra ausente de la Ciudad Autónoma) se refirieron al
contenido del escrito como eje de su pensamiento. El
encuentro finalizó con un apretón de manos entre los cuatro
representantes. El ambiente, serio pero distendido. Incluso
Correro tocón tuvo tiempo para ironizar e indicó que la
próxima vez que se vea con Chandiramani, Hachuel y Liazid
“será para comer”.
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