“No pares, sigue, sigue”. Este es el grito de guerra que el
vestuario de la Asociación Deportiva Ceuta ha dedicado a
Moisés Martínez Moldes, quien, gracias al tanto que marcó el
pasado domingo en el municipal de Marbella, puso fin a una
sequía goleadora que arrancó con el inicio de la Liga. Su
diana sirvió para adelantar a los caballas, aunque fue
insuficiente para sumar los tres puntos. Apuño, de libre
directo, se encargó de desbaratar la fiesta en tierras
costasoleñas (1-1). Aún así, el delantero canario siente la
satisfacción de haber saldado una cuenta que le quitaba el
sueño y confía en prolongar su idilio con el gol.
“Menos mal que marqué mi primer gol de la temporada, porque
me parecía eterno. Por fin acabé con esta racha. Al
principio pensaba que el gol llegaría en cualquier momento
porque estaba jugando y tenía ocasiones, pero a medida que
se acumulaban los partidos sin mojar me desesperaba un poco
más. La ansiedad fue en aumento, aunque sabía que tenía que
llegar tarde o temprano. Ha sido más bien tarde, pero ha
llegado y espero que ahora coja una buena racha para ayudar
el equipo”, afirma el ariete, quien se siente “contento” por
su actuación en Marbella, aunque “debimos ganar porque
tuvimos el partido muy de cara”.
Este tanto tiene un significado muy especial para Moisés,
quien soltó alguna que otra lágrima tras perforar la meta de
Ávila. “Fue de los nervios que tenía. Debo darle mil gracias
a mis compañeros, que siempre han estado animándome. Un
delantero que no hace goles lo pasa mal, así que cuando
marqué no pude evitar emocionarme, gritar y sacar toda la
rabia que tenía dentro. Me he liberado bastante”, dice el
punta, que también espera estrenarse como goleador en el
Murube. “Será aún más especial. De hecho, hemos hablado de
esto en el vestuario y los compañeros me decían entre bromas
que a ver si lograba repetir para para dedicárselo a la
afición, que es lo que más deseo. Sueño con hacer un gol en
nuestro campo -bien podría ser este domingo ante el Écija- y
si sirve para conseguir la victoria pues mejor”, añade.
La afición manda
El atacante caballa, asimismo, se muestra comprensivo cuando
algunos sectores del respetable le pitaron y se refugia en
la autocrítica. “Fiché por el Ceuta para hacer goles y
comprendo que una parte del público esté molesto, pero sé
que el ambiente cambiará si hago goles y el equipo gana.
Ahora mismo, el saldo es insuficiente. El hecho de que sólo
haya marcado un gol no cambia las cosas. Aún no he hecho
nada. No me conformo con un gol sino con hacer un buen
puñado”, explica.
El partido en el municipal marbellí estuvo en el bolsillo de
los caballas, que marraron clarísimas ocasiones en las botas
de Alfonso y Herrera y que se dejaron empatar a balón parado
pese a jugar en superioridad. Un cúmulo de despropósitos a
los que Moisés no sabe dar explicación. “Al final del
encuentro no sabíamos ni qué decirnos. Contra el Almansa
también empezamos ganando y nos empataron después de que nos
expulsaron a David Franch y en Marbella desaprovechamos una
ventaja de 0-1. Nadie pensaba que nos iban a igualar.
Estábamos jugando bien, haciendo un buen partido, pero
debimos matarlo antes, cuando tuvimos más de una ocasión.
Sin embargo, ellos materializaron el único tiro que
realizaron”, comenta.
Por otra parte, Moisés destaca la importancia de encarar lo
que resta de calendario con la máxima concentración. “Jugar
contra el Marbella ya fue una final para nosotros y todos
los partidos que quedan van a ser así. Nos cabrea hacer
buenos partidos y ser superiores a nuestros rivales, pero no
vemos la recompensa”, indica.
Finalmente, el delantero blanco no teme que su próximo
rival, el Écija, se presente en el Murube como el mejor
equipo de la segunda vuelta. “Estamos motivadísimos y da
igual venga quien venga, sea el colista o el líder. La
salvación depende de nosotros y estoy seguro de que la
temporada que viene la AD Ceuta continuará militando en
Segunda B”, concluye.
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Perita y Guri vuelven a la dinámica de grupo
La castigada enfermería caballa
vivió ayer un día más que esperanzador. Los canteranos
Perita y Guri, visiblemente repuestos de sus respectivas
dolencias, regresaron a la dinámica de trabajo junto al
resto de sus compañeros, mientras que el cuerpo médico del
club descartó la rotura de ligamento en el caso de Sergio
Tejero.
Guri se lesionó el pasado diez de febrero en el transcurso
de un entrenamiento, cuando se fracturó el segundo dedo de
su pie izquierdo. Este traspié le ha supuesto perderse los
cuatro últimos partidos que ha encarado la AD Ceuta, una
larga ausencia que ha sido cubierta en el centro de la zaga
por Juanma y por Mario. Por su parte, Perita ha estado
apartado las dos últimas jornadas de los terrenos de juego
debido a un esguince de grado uno en el ligamento lateral
interno de su pierna izquierda.
La dupla de canteranos, sumidos en la impotencia tras
perderse las últimas comparecencias de la AD Ceuta, se
reintegraron ayer al trabajo de grupo con total normalidad
y, muy probablemente, podrán estar a las ordenes de Ramón
María Calderé para el partido que el conjunto caballa
disputa en el Murube contra el Écija. A estas dos posibles
altas se sumará la del centrocampista Daniel Platero, que ha
cumplido el partido de suspensión con el que fue sancionado
tras ver dos cartulinas amarillas frente al Almansa.
El que no se vestirá de corto en el coliseo caballa será
Sergio Tejero, que apenas duró quince minutos en el
municipal de Marbella cuando tuvo que ser sustituido tras
sufrir un pinchazo en su pierna. Los galenos del club han
descartado, a la luz de la ecografía que le practicaron, la
existencia de una rotura de ligamentos, aunque contemplan la
posibilidad de una microrrotura. En cualquier caso, el
lebrijano se perderá el choque del domingo.
La sesión de entrenamiento celebrada en la mañana de ayer en
el José Martínez Pirri sirvió para ensayar los lanzamientos
a puerta y para repasar los errores que los caballas
cometieron en tierras costasoleñas.
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