Paco Flores, el hombre que lleva los galones en el banquillo
de la Unión Deportiva Marbella -incluso por delante del
entrenador oficial Pablo Jiménez-, reconoció al término del
partido de ayer que la AD Ceuta evidenció su supremacía en
la primera parte, aunque no supo sentenciar. Sus pupilos,
sin embargo, no se amilanaron pese al gol de Moisés (0-1) y
a la expulsión de Abel en el 73’ y lograron empatar gracias
a una falta botada por Apoño (1-1, minuto 86). “El Ceuta me
gustó mucho y fue muy superior en la primera parte. Controló
muy buen el centro del campo, desplegó un juego muy rápido y
gozó de sus opciones de gol. En la segunda mitad encajamos
un gol por un error nuestro en la cobertura y tuvimos que
volcarnos en ataque. Considero que es justo el empate”,
asegura el técnico.
Pese a todo, Paco Flores confiaba en llevarse todo el botín.
“Teníamos mucha fe e ilusión en ganar porque sabíamos que
era una jornada muy complicada para los equipos de arriba.
Éramos conscientes de que si ganábamos tendríamos opciones
de meternos en la lucha por los cuatro primeros puestos para
disputar la liguilla de ascenso. Aún las tenemos, pero
tampoco debemos olvidar que el Marbella atesora el segundo
presupuesto más bajo del grupo. Somos conscientes de
nuestras carencias, que han salido a flote en la primera
parte, y debo recordar que somos el único equipo que no ha
hecho ningún fichaje en el mercado de invierno”, indica.
Para el entrenador marbellí resulta difícil explicar por qué
el Ceuta, que no ha cesado de coquetear con el descenso,
atraviesa tan delicada situación clasificatoria. “No logro
comprender cómo este equipo, con esa talla, su trabajo
defensivo y la velocidad que tiene por las bandas, está en
esa posición. En circunstancias normales, el Ceuta estaría
en una posición similar a la nuestra, luchando entre los
diez primeros puestos por entrar en la liguilla”, dice.
Sobre la expulsión de Abel, Flores asegura que fue
“injusta”. “No quiso agredir al ceutí Juanma. Iba mirando la
posición de la pelota, que venía desde arriba, levantó la
pierna y lo golpeó. Fue algo exagerado al sancionarlo con
tarjeta roja directa”, concluye el preparador.
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