Un larga fila india de colores salió ayer, a las 12 horas,
del colegio ‘Mare Nostrum’. Un total de 125 niños de tres a
cinco años, acompañados de madres, profesoras y maestros de
apoyo, iniciaron una marcha formativa, en dirección a la
comisaría, con la que demostraron que para conocer y
entender la Educación Vial, los juegos son el mejor remedio.
Así, había niños-señal de tráfico, niñas-ambulancia,
niño-taxi, niña-autobús... Entre medias aparecía una
gasolinera, un ‘mini’ policía y otros pequeños que optaron
por llevar el volante con un coche de cartulina y su foto en
el asiento delantero.
La iniciativa, original de varias profesoras del centro,
forma parte de un programa educativo para que los alumnos de
Educación Infantil conozcan las normas de circulación, las
señales y los peligros de cruzar cuando el semáforo está en
rojo.
Según indicaba una de las maestras, hace un mes que
empezaron a preparar la salida a la calle. Día a día,
trataban de que los alumnos se familiarizasen con todas las
imágenes de seguridad vial. La fiesta de Carnaval sirvió a
las docentes de reclamo perfecto para contextualizar la
actividad escolar.
Más de 100 alumnos disfrazados con cartulinas amarillo neón,
verde fosforescente y rojo brillante recorrieron los 500
metros que separan su centro de la Comisaría de Policía,
acompañados de agentes locales. La intención final del juego
formativo era conocer las dependencias de comisaría. El
resto sería una sorpresa.
La visita concluyó a mediodía, tras una pequeña parada en la
entrada de la Policía Local. La luz de los flashes y las
cámaras de vídeo fueron una constante a cada paso de los
niños. Finalmente, foto de gran grupo: docentes vestidas de
policías de tráfico y escaleras repletas de señales. La
actividad escolar no pasó desaprecibida para ningún
viandante. El próximo carnaval, otro disfraz.
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