De las primeras en tener coche en la ciudad, allá por el año
1961; y no uno cualquiera: un Seiscientos como mandaba la
moda de la década de los sesenta en España, que le costó
estar sin vacaciones durante todo un año para pagar las
60.000 pesetas de entrada que costaba el vehículo en
aquellos tiempos. Y también de las primeras en viajar sola
por la Península para encargar todo tipo de perfumes y
cremas que llenaban las estanterías de Roma, uno de los
establecimientos de cosmética más conocidos de Ceuta (y que,
como fue creciendo, acabó por llamarse Super Roma). El
Premio ‘María de Eza’ 2006 ha recaído en ella, África
Martínez Solano, una adelantada a su tiempo como reza la
nota del jurado que le ha concedido este galardón. Ayer
África confesaba estar sorprendida por haber sido la
elegida, aunque en el fondo entusiasmada por “haberme sacado
una \'espinita\' que tenía clavada”. Conocida aquí y allá
(en Ceuta, en la Península y en Marruecos) África explica
que la idea de presentarse como candidata al premio surgió
de su hermana Matilde Martínez y de su sobrino, Manuel
Pardeza ‘Mané’.
Trabajo en equipo
Ellos se encargaron de recopilar cientos de firmas para su
candidatura y por eso el María de Eza va para ellos y para
las amistades que han impulsado su elección. “Y agradecer a
Vivian Berros su amabilidad y confianza”, subraya esta ceutí
que, tras 43 años como encargada del Roma de la calle
Cervantes, asegura que nunca se ha cansado de aprender. “Mi
trabajo me ha realizado siempre”; si no estaba al cargo del
establecimiento, estaba de viaje por España y por Europa
haciendo cursos de maquillaje o perfumería. Siempre atenta a
las tendencias, a sus 66 años conserva un ‘look’ muy cuidado
y juvenil. Rubio platino para el cabello y un verde potente
para su atuendo confirman que sigue cuidándose como la
mayoría de las ceutíes que son “coquetas y educadas en el
cuidado de su aspecto físico”. Cada clienta que pasaba por
Roma se llevaba los consejos de África para tratar su piel
con la crema más adecuada o para pintar sus ojos con el tono
que más le favorecía. “Y muchas entendían más que yo”,
recuerda la ganadora del ‘María de Eza’ 2006.
De aprendiza a dependienta, y de ahí a encargada de Super
Roma, viviendo los “buenos y malos momentos que ha pasado la
empresa”, una trabajadora “innata” como ella misma se
define. Y después de ver tantos años por la televisión la
entrega del premio se dijo ¿y por qué no yo?; hizo de su
capa un sayo y siguió las recomendaciones de su hermana y su
sobrino.
Ahora, después de ganar el galardón de este año, confiesa
que se siente algo embriagada y q ue quiere preparar unas
pocas palabras para decir durante la ceremonia de entrega. Y
por supuesto irá bien arreglada, como lo hizo durante más de
cuarenta años en el negocio que atendió, lo mismo que exigía
a sus compañeras de trabajo. Al acto asistirán tanto Jorge
como José María Campos, hijos del fundador de Roma, Don José
María padre. “Orgullosa de recibirlo y con ganas de expresar
mi agradecimiento”, África Martínez Solano asegura que “sale
por la puerta grande” y que lo principal para atender a los
clientes es sonreír y pensar que “el trabajo es lo primero”.
|
Inés Benavente y Príncipe Alfonso
Más premios se han otorgado. El
primero para Inés Benavente, empresaria del transporte ceutí
que. a sus 76 años, sigue en activo. Su primer trabajo fue
en el antiguo Sindicato del Transporte, pero en 1969 se
incorporó a la empresa familiar la agencia de transportes
Sucesores de Pérez Muñoz junto a su hermano Francisco. Hasta
que en 1980 tomó las riendas en solitario. Y este ha sido su
mérito: una larga carrera profesional de gran valía en la
ciudad. Por otro lado, las tareas de alfabetización de
mujeres en la Barriada del Príncipe Alfonso ha merecido otro
reconocimiento, sobremanera, por la gran progresión
educativa que han alcanzado sus alumnas. Además, las clases,
ante el éxito obtenido, han tenido que ampliarse e incluso
se ha tenido que habilitar una lista de espera para atender
la demanda en la barriada.
|