Detrás de un gran hombre, dice el
personal, siempre hay una gran mujer. Servidor, que es así
no de más carne piensa que, también, se podría decirque
detrás de un gran hombre puede haber otro gran hombre que le
lleve en volandas a conseguir lo que se haya propuesto.
Felipe González tuvo comosu sombra, pegado a él a otrogran
hombre de la política, Alfonso Guerra. Es más creo que nadie
en este fermoso país de momento, llamado España, podía
concebir, en aquella época, a Felipe González sin Alfonso
Guerra.
Los dos, juntos cual hermanos siameses, marcaron toda una
época en la democracia española, hasta el momento en el que
Felipe dijo aquello de “dos por uno” y, al final, sólo fue
uno.
En ese momento se puso punto final al entente formado por
ambos políticos , con la desparición de, Alfonso, del mapa
político de aquellos tiempos.
Unos sucesos posteriores dieron al traste con el gobiernode
Felipe González, dando paso a la llegada de Jose María
Aznar, con lo cual la derecha española conseguía gobernar en
España.
Felipe González, al que, siempre, consideré un hombre de
Estado, durante su mandato mostró una talla política muy
superior a la de Rodríguez Zapatero.Y aquí, más que nunca,
se cumple aquello de que las comparaciones son odiosas,
porque no hay comparación posible entre ambos.
La diferencia en cuanto a talla política de Felipe es muy
superior, en todos lo sentidos incluido lo de ser un hombre
de Estado, a la que tiene el actual presidente de España,
que desde luego, desde mi particular punto de vista, no a
demostrado ser ningún estadista.
No es la primera vez que escribo esto sobre el ex -
presidente español, considerándolo un hombre de Estado al
que idolatraban los socialistas porque veían en su figura
ese líder imposible de cambiar porningún otro. Nadie podría
nunca ser como Felipe.
En contrar, dentro del partido socialista, una politico de
la talla de Felipe González, era tnto como buscar una aguja
en un pajar.
Esa adoración que sienten los seguidores de los partidos
políticos por los que consideran sus líderes indiscutibles,
auténticos dioses a los que adoran al final les trae, a los
mismos, malas consecuencias.
Sin embargo,a pesar de todo, por esa consideración que tengo
hacia Feliipe González, como auténtico estadista me ha
llevado, siempre a leer o escuchar, con todo detenimiénto,
cuantas palabras a pronunciado o cuantos artículos a
escrito.
Pero ello, no me ha llevado, en ningún momento, a tomar la
postura de defender a González diciendo a todo cuanto ha
escrito o ha dicho, el consabido “si bwana”.
En ocasiones he defendido su postura, en algunas decisiones
que tomó y en otra he sido muy critico con el ex -
presidente.
Escribí, en estas mismas páginas que, cada dia, ven la luz
en “EL PUEBLO”, que al dejar marchar a, Alfonso, había
cometido uno de los más grandes errores de los pocos
quecometió, a pesar de que algunos de esos errores de bulto,
fueron los que acabaron con su carrera al frente del
gobiernoespañol.
Si yo hubiése sido, Felipe, jamás me hubiése alejado de
Alfonso Guerra. Pues, sin duda alguna, los hombres como
Alfonso, son indispensable al lado de un presidente, para
servirle como el peón de confianza le sirve al matador
estando atento, en todo momento, con su capote, presto a
salir al quite que fuese necesario realizar sin importarle,
lo más mínimo que, en ese quite, seestába jugando la vida.
Tuve, en su día, una granconversación con Alfonso Guerra que
un siglo de estos contaré para cabreo de más de uno pero, en
estos momentos, estamos hablando y vamos a seguir haciéndolo
de Felipe González.
Hace unos días, en Victoria, Felipe González en un acto
político y en presencia de la viuda de Fernando Buesa
asesinado por ETA, clausuró el mismo.
Felipe, al final del acto en el que estába interviniéndo
clausurando el mismo, largo todo lo que tenía que largar y,
naturalmente, atacó al Partido Popular. No podía ser de otra
forma. las cosas son como son y no hay más cera que la que
arde.
Entre otras coas, el ex - presidente del gobierno español,
dijo : “El Partido Popular tiene la obligación de apoyar al
Gobierno incluso si se equivoca”.
No, la oposicíon, es de justicia que apoye al Gobierno en
los grandes problemas de Estado, pero no hasta el punto de
apoyarlo incluso cuando se equivoca porque, entonces,
dejaría de ser oposicíon para convertirse en aliado del
mismo. Y eso, precisamente, es lo contrario de hacer
oposición. Y máxime, si el partido del Gobierno, ha tratado
de dejar fuera del lugar que le corresponde a la oposición
para aliarse con todos aquellos que ven, al Partido Popular,
como un enemigo a batir.
No es eso, señor González, aunque comprendo su postura y su
defensa a su partido, cuando ve mal la situación.
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