Noche de San Juan, me llevan a
meter los pinrreles en agua aunque al menda, la verdad sea
dicha, eso de meter los pinrreles en agua como que no le va,
pero como hay que ir, pues se va.
Los que son las cosas, no me arrepentí de ir, porque el
espectáculo que presentaba la playa de la Ribera, me imagino
que igual pasaría en las otras playas, era único, magnifico,
extraordinario.
La playa estaba, como esas que les presentan a ustedes en
los comic donde, para ir a la orilla y darse un chapuzón, se
tiene que pasar por encima de otras personas. De verdad, me
sorprendió, no esperaba un espectáculo de esa categoría y a
tantas personas de todas las edades disfrutando de la noche
de San Juan.
O sea, que visto, lo visto, me apunto para el próximo año a
meter los pinrreles, de nuevo, en el agua del mar y poder
presenciar ese gran espectáculo que ofrecen nuestras playas
en ese día.
Oiga, amigo guardia, nada me importa tener que esperar,
hasta las doce de a noche, para poder realizar el rito de
meter los pinrreles en el agua del mar que, por cierto, la
del otro día estaba de gloria pura e invitaba a darse un
chapuzón que fue lo que realizaron gran cantidad de chicos y
chicas jóvenes que estaban esperando, a que dieran las doce
de la noche, para realizar ese baño.
Hasta ahí, o sea en el asunto de bañarse, servidor no llegó.
Ya no está uno tan joven como para pegarse un chapuzón a esa
hora, aunque el agua del mar esté calentita. Más vale
prevenir que curar.
También me comentaron que según dice Rappel, ese que nunca
acierta nada, hay que escribir tres papelitos con tres
deseos y lanzarlos al agua para, después, coger uno de ellos
y guardarlos hasta el próximo año.
Los de los tres papelitos con los tres deseos, me parece una
soberana idiotez, pero como había ido hasta aquel lugar,
pues escribí los tres papelitos y los lancé al mar. Más
tarde recogí uno de ellos y , para hacer las cosas según
dicen los entendidos, en este caso el Rappel, que acierta
menos que servidor la primitiva, lo abriré el próximo año a
ver si es verdad qué se ha cumplido la petición realizada.
Por cierto, antes de que se me olvide, que tengo muy mala
memoria, a pesar de que el asunto, la noche y la temperatura
del agua del mar invitaban a darse un baño, por más que miré
y remieré no encontré, por aquellos lares a ninguno de esos
que se “bañan” en una lágrima.
Igual pensaron que como había tal cantidad de personal, en
la playa, no se iban a poder “bañar” y más con alevosía y
nocturnidad.
A ellos, es justo reconocerlo, les van otras clases de
“baños” que son, como más purificadores, como si se
estuviése, por un suponer, en un jardín con árboles frutales
llenos de manzanas. ¡Como les gustan las manzanas a estas
criaturas!.
Cómo será el enorme gusto que sienten por las manzanas, que
les gustan más que al Adán, que no le importó nada,
abandonar el Paraíso, con tal de darle un bocado a la
manzana.. Y es que hay manzanas que con sólo darles un buen
bocado te pueda dar la felicidad, para ti y todos tus
descendientes, de por vida.
Ahora que caigo, podía haber escrito en unos de esos tres
papelitos de los deseo, el que se me concediera darle un
mordisquito de nada a la manzana.
Claro que como servidor no pertenece a la rama de los
“adanes” pues sería, poco menos que imposible que, algunos
de ellos, me permitiésen darle ese mordisquito de nada que
me iba a hacer una jartá de feliz.
Hombre, familia de los “adanes” o sea familia de los del
bocadito a la mazana, qué trabajo os cuesta dejarme que le
dé un mordisquito pequeñito.
Total si apenas se iba a notar. Lo prometo, un mordisquito
como si fuese la picadura de un mosquito o sea nada de
importancia pero que, me iba a permitir ser un hombre nuevo,
sin ”trampas” en mi banco amigo.
Me estoy enrrollando más que la pata de un romano. Así que
volvamos a la noche de San Juan y a sus pinrrelitos metidos
en agua.
Oiga, amigo guardia, dejando a un lado el enorme parecido
que tenía el “Juanillo”, con su cara gorda y sus mofletes a
cierto personajillo, hay que reconocer que fue un acierto la
figura de la medusa.
Entre aplausos y música, el, presidente le prendió fuego al
“Juanillo “.Me refiero al “Juanillo” de la playa, que no
haya malas interpretaciones. Pues, al otro “Juanillo, al que
se parece una jartá a la medusa que lo representaba, a ese
no hace falta quemarlo, está más quemado que el carabel de
un indio.
Y eso que se ha traído un “apaga fuegos” especial de allende
de los mares, cómo si por estos lares no tuviésemos bomberos
de una calidad extraordinaria.
Mucho cuento alabando a algunos estamentos y poner por
encima de toda a Ceuta, y cuando buscamos a alguien con
ciertas características que, por cierto, en Ceuta, se da una
patada y salen mil, lo traemos de fuera. ¡Y que te quiero
Ceuta mía¡. ¡Será falso el gaché.!.
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