Se enteren y se empapen, en esta
Andalucía nuestra, o en el llamado sur profundo, no se habla
del carnet por puntos sino que se dice “puto can-né por
puntoh pa joé a lah criaturah”. Y están los conductores que
echan las muelas, con los instintos de un gato rabiando.
Tienen razón, decir carnet es difícil, sobre todo terminado
en “t” que parece mismamente cosa de catalanes, o catalinos,
porque ellos tienen su habla propia que es muy metálica y
muy fea de oír.
El habla que es bella es el bable, que de toda la vida ha
sido cosa de ambientes rurales y de catetos asturianos, pero
que es muy linda y muy musical ¿Qué como se dice “carnet” en
bable”Oigan, no lo sé, pero en nuestra algarabía meridional
se dice can-né y quien pronuncia el término en plan
semánticamente correcto y bien silabeada la “t” parece
afectado y cursilón.
Pero al fin y al cabo, se vocalice como se vocalice es todo
una de esas genuinas pamplinas que le son tan gratas al
gobierno de Zetapé que, a este paso, entre la ministra
queriendo embutir a la juventud en zulos de treinta metros
eufemísticamente llamados “apartamentos” el ministro Alonso
que quiere retirar todas las estatuas del personaje
histórico Francisco Franco de las Academias y puede que
sustituirlas por otras del perverso genocida padrecito
Stalin, o de Santiago Carrillo el carnicerito de Paracuellos,
a este paso Zetapé, que se va distanciando de los sentires y
quereres populares, se va a quedar más solo que un pimiento
en lo alto el aceite.
Y más aún cuando se prepara una feroz reforma del Código
Penal para convertir en delincuentes a los conductores y
castigar lo que pueden ser simples imprudencias o falta de
cabeza y criterio en la juventud, con penas de cárcel.¡Miren
que bien! Faltan en España, de entrada, al menos veinte
centros penitenciarios para poder repartir a la población
reclusa y evitar el actual hacinamiento, previstos y
presupuestados me parece que hay tres o cuatro,
presupuestados psiquiátricos penitenciarios en condiciones
para encerrar y curar allí a la inmensa mayoría de
delincuentes que presentan patologías mentales, ninguno.
Pero, en el reino de la pamplina y del populismo baratero,
los presos comunes tendrán que apretujarse y ceder unos
centímetros del mísero espacio vital de sus celdas a
borrachines al volante o a presurosos cazados por el radar.
Les digo una cosa: a mi personalmente me gusta el populismo,
nunca he despreciado esa forma de acercamiento al pueblo, ni
cuando el relamido Aznar con sus pelos planchados hablaba
con auténtico odio de Jesús Gil y le acusaba de “populismo”
por haber ganado en Ceuta y Melilla, sin comprender que, en
aquellos momentos, el trajinoso Gil había echo de su
Marbella la perla de la corona en cuanto a belleza,
seguridad, paisajismo y calidad de vida y lo que ansiaban
ceutíes y melillenses era eso: turismo residencial a
mansalva, calles de cuidados y hermosos jardines, chalets
VPO para los menos pudientes y una policía local que, con
tal solo nombrarla tenía efecto disuasorio para los
chorizacos y los chusmones. Un poco como esa maravilla que
tienen ustedes en la ciudad autónoma que es la UIR, envidia
de propios y extraños. El pueblo lo que quiere es felicidad,
seguridad, prosperidad y calidad de vida, se llame como se
llame el aspirante a proporcionarla y se mueva bajo el
símbolo de una gaviota, un capullo cerrado o un tanga de
leopardo. ¿Qué más da si el fulano nos proporciona esa
felicidad que consiste en la satisfacción de nuestras
expectativas?.
Pero Zetapé y los suyos no son Felipe González y Alfonso
Guerra que tenían y tienen un carisma y un tirón propios y
cuando hablan todos les escuchamos con interés. Cuando el de
la Moncloa se pone populista a mandar legislar medidas, lo
que legisla es claramente impopular, aunque se sobreentienda
que, el condenado por vez primera sea puesto en libertad
condicional por sus correndijas al volante ¿Qué pasa si le
vuelven a pillar? ¿Le mandan al talego? Muy bien, pero que
primero construyan más cárceles y con más rapidez y
clausuren las que son pocilgas ¿Un ejemplo? El Puerto de
Santa María, Ocaña, Alicante y sobre todo el infierno del
Acebuche en Almería.No. Los socialistas, que tienen el
envidiable instrumento del poder en sus manos no están
sabiendo ni llegar ni conectar y desperdician ocasiones
memorables convirtiendo sus decisiones en polémicas y mal
recibidas. El can-né por puntos, de acuerdo, que los
infractores se vean desposeidos del permiso y tarden en
recuperarlo, por imprudentes, pero a la cárcel no. De
ninguna manera. Si quieren modificar el Codigo Penal que
comiencen con un agravamiento feroz de las penas de esos
delitos que hoy por hoy producen auténtica alarma social
como son los robos en las casas, que firmen convenios para
que las mafias extranjeras cumplan las penas en sus países
de origen y así se descarguen nuestros centros
penitenciarios, que paguen a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado con sueldos de eurodiputados, amen de
gastos de desplazamientos y dietas por kilometraje,
comisiones y comilonas. Pero los presurosos y los beodos a
las cárceles no. Si un caso obligarles a apuntarse y
participar en protección civil o en el voluntariado, horas a
favor de la comunidad, algo que a todos nos beneficie. Pero
el que metan a un conductor imprudente en la cárcel no nos
beneficia. Lo hace si le ponen a plantar árboles en una
brigada ecológica o a ser socorristas o si rescatan para que
ellos la ejerzan la tranquilizadora figura del sereno
nocturno. La verdad es que, los Poderosos están a años luz
de nuestras auténticas necesidades, de nuestras aspiraciones
y de nuestros amores. ¡Cuantas pamplinas!.
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