El encargado de dirigir al conjunto rojiblanco no pudo
contener su satisfacción tras la conclusión de este
encuentro de vuelta de la eliminatoria de ascenso a Tercera
División. A pesar de reconocer que “estaba prácticamente
sentenciado” con la holgada victoria obtenida en ‘La
Espiguera’ de Melilla por 0-3, Moga incidió en que era
fundamental “mantener la prudencia”, ya que “nunca se sabe
lo que puede ocurrir, pueden producirse lesiones, o muchas
otras cosas” que, a su juicio, podrían haber originado un
cambio de tornas en la eliminatoria.
La superioridad evidenciada por el Atlético de Ceuta en el
José Benoliel con respecto al conjunto dirigido por Manolo
Agulló quedó sin duda reflejada en el marcador, y aunque
“era algo que se sabía”, Moga subrayó la importancia de
respetar al rival, independientemente de su nivel, ya que
bajo su punto de vista “a un equipo no se le puede decir que
eres superior”. Aún así, el máximo responsable del banquillo
atlético admitió que no dadas las circunstancias de ventaja
y a pesar del empeño demostrado por los melilleneses no hubo
presión sobre el terreno de juego. “Les han faltado
jugadores importantes, pero han hecho todo lo posible”,
puntualizó sobre los melillenses.
El preparador ceutí calificó la actuación colegial de justa,
al considerar correctamente señalizados las dos penas
máximas cometidas por el defensa de la Peña Barcelonista
Yagüe, centrando la atención concretamente en la primera de
ellas. “Creo que sí le ha dado con la mano, aunque desde mi
posición era difícil verlo con claridad”. Moga se mostró
tajante al considerar que el árbitraje en ningún momento ha
sido favorable a los suyos en esta eliminatoria, recordando
el encuentro de ida en Melilla, para el que el Atlético de
Ceuta solicitó un colegiado peninsular que “costó 1.800
euros al club” y que en su opinión “no regaló absolutamente
nada”.
Finalmente, y con un rostro que reflejaba incontenido
júbilo, al igual que la del resto de componentes del equipo
que no tardaron en hacer del vestuario una fiesta, Moga
expresó un humilde deseo para la próxima temporada -en
Tercera División-, lo primero “mantener la categoría el
primer año” para a continuación poder “hacer bien las cosas
el siguiente”.
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