La segunda edición de la Feria de la Mujer Ceutí tiene fondo
y forma. A primera vista, es un impulso para el público
femenino más emprendedor y creativo; un escaparate de
productos y actividades de organismos públicos y
asociaciones. Pero también se ha materializado en un altavoz
colectivo. Un encuentro de voces que esperan hacerse oír.
Entre ellas, una opinión general, las mujeres de la Ciudad
Autónoma necesitan un apoyo más fuerte para que su
desarrollo profesional sea efectivo. “La desigualdad existe,
no es un tema del pasado”, expone Ana Serrano, responsable
del Departamento de la Mujer de CSI-CSIF. A su juicio, la
reciente aprobación de la ley de Igualdad es una oportunidad
para el sector femenino, pero disiente sobre la necesidad de
la discriminación positiva. “Como realidad social debe estar
dosificada y no utilizarse como arma política; debería de
tener fecha de caducidad en cada caso”, argumenta.
A esta opinión se suma la presidenta de ‘Mujeres
Empresarias’, María del Carmen Gordo: “se tiene que
potenciar la preparación; no es cuestión de sexo, sino de
validez”. Desde el stand de esta misma agrupación, Dalila
Marcos, dueña de una joyería, considera que la
discriminación “puede potenciar” un papel más marcado de la
mujer en el tejido empresarial. Por esta razón, ‘Femuce’
“hace mucha falta” para que se vea el trabajo femenino en la
ciudad. Y es que “cada día” son más. El Consejo Asesor de la
Mujer ha organizado la feria con un objetivo claro:
“promover todos los perfiles de las mujeres ceutíes”,
indican desde el colectivo. Y en esa línea trabajan
sindicatos y pequeñas empresas. Así lo conciben desde la
‘Escuela de Mujeres Emprendedoras’. “Animar a todas las
personas que tengan una idea y que puedan poner en marcha su
negocio”, explica la responsable del stand, Élida Barroso.
Desde CSI-CSIF, se trabaja de manera más transversal: “a pie
de calle, queremos que confíen en nosotras”. ‘Femuce’ puede
ser un altavoz, el resto del tiempo, continúa la lucha
silenciosa.
|