19. LUNES
España consigue la victoria frente a Túnez y la pasión de
los aficionados vuelve a desatarse. Eso sí, tras
demostrarse, una vez más, que no hay enemigo pequeño. Porque
los tunecinos estuvieron ganando durante la mayor parte del
encuentro e hicieron que las cámaras se centraran en la
figura de un Luis Aragonés que, en los
momentos difíciles, ha cogido la costumbre de ocultar la
cabeza entre sus manos y olvidarse de lo que está ocurriendo
en el césped. Feas imágenes que no concuerdan, de ningún
modo, con la fama de sabio y atrevido que se ha ganado este
madrileño castizo. Tal vez por ello, es decir, por no querer
ver lo que estaba pasando, el seleccionador fue incapaz de
corregir la primera distribución que hizo de sus jugadores
en el campo. Una distribución errónea, porque Roger
Lemerre, su oponente en el banquillo, supo
contrarrestar el planteamiento con que los españoles
apabullaron a los ucranianos. Torpe, hasta la saciedad,
anduvo el listo de Hortaleza, al no darse cuenta de
que Trebiso, defensa tunecino, con sus subidas al
ataque, por sistema, destrozó todo el entramado táctico de
la roja. Una torpeza innecesaria que puso en un brete al
equipo y que enseñó al mundo entero las deficiencias de
Puyol, cuando lo hacen jugar pegado a la banda izquierda.
20. MARTES
Mohamed Chaib es persona que se crece en el
castigo. Y, sobre todo, ha dado muestras evidentes de que se
comporta, en los momentos delicados, con un sosiego
admirable y una tranquilidad pasmosa. El Chaib criado en la
calle fue madurando con el paso de los años y se consagró,
como persona preocupada por servir a los demás, cuando lo
designaron consejero de Bienestar Social. Ahí se reveló como
lo que es: alguien dispuesto siempre a ayudar a los
necesitados. Jamás una palabra de desesperanza para nadie y
atento siempre a solucionar problemas que pudieran cambiar,
para bien, la vida de cualquier familia.Y cuando estaba
disfrutando de ese hacer el bien cada día, un hecho
lamentable y del cual nunca se ha querido llegar al final,
le chafó su actividad política. Aguantó un juicio sin perder
la compostura y se tragó en silencio tamaña desventura.
Tanto tragar, desde luego, le pasó factura. Pero salvó la
vida: en parte por el acierto de los médicos y en parte por
estar en posesión de una fe inquebrantable. Ahora, cuando
está volviendo a disfrutar de cierta paz, llega la sentencia
que muchos quieren usar en su contra. Menos mal que Juan
Vivas habló claro y contundente: Chaib “pago ya su precio
político”. Y destacó una verdad como un templo de grande:
“Es un hombre implicado en la vida social de Ceuta”.
21. MIÉRCOLES
La fiesta del fútbol deja de ser noticia en Ceuta porque los
ciudadanos se han puesto a celebrar la fiesta de los 30.000
lectores de El Faro de Ceuta. He comprobado, en esta
mañana de junio que ya pinta calurosa, que el interés por el
Mundial ha quedado arrumbado y sólo se habla del milagro
conseguido por Luis Manuel Aznar, como asesor en el
periódico decano. Pues gracias a su trabajo constante, a su
entrega y al buen hacer que tiene más que demostrado, el
susodicho periódico ha despegado como un meteoro y ahora
mismo es la envidia de la España periodística y de parte del
extranjero. Un milagro que no ha pasado inadvertido en el
seno del Gobierno local, y que ha propiciado la reunión de
sus miembros, con carácter de urgencia, para ver si es
posible, sin que se moleste el editor, hablar con tan
destacado periodista para que se incorpore, cuanto antes, al
Gabinete de Análisis y Comunicación. Los resultados que
destacan las empresas encuestadoras, en relación con ese
resurgir del periódico, han situado a Luis Manuel Aznar
Cabezón en la cresta de la ola. No me extrañaría que hasta
Alfredo Relaño, director del diario AS,
llamara de un momento a otro a Juan Vivas para anunciarle
que ellos también van a entrar en la puja por ver si es
posible hacerse con los servicios de un periodista que sigue
escribiendo "degollo" en vez de degüello y que ha hecho del
dequeísmo un requisito indispensable en su escritura. Todo
en honor de la fiesta de los 30.000 lectores.
22. JUEVES
Cuando se produjeron cambios en el Gobierno presidido por
Juan Vivas, escribí yo de los consejeros,
viceconsejeros y demás cargos que intercambiaron sus
puestos. A Manolo Coronado, que desempeñaba funciones junto
al presidente, lo nombraron consejero de Gobernación,
sustituyendo a José Antonio Rodríguez Ferrón. Y a mí
me pareció que a Coronado lo habían metido en un
embolado de aquí te espero. Por tanto, no tuve el menor
inconveniente en decirle que si había aceptado la
designación, a propuesta del presidente, era porque se debía
sentir con la misma salud que un burro de Rute. La metáfora,
seguramente, no llegó a ser entendida, en su justa medida, y
los hubo que llamaron a Coronado para malmeterle conmigo.
Menos mal que el consejero de Gobernación supo darse cuenta
a tiempo de mi mensaje y respondió a quienes fueron a meter
cizaña entre nosotros, que lo que más deseaba en esos
momentos era, sin duda, tener la fortaleza de uno de esos
burros cordobeses, que, en su día, tanto encandilaron a
Camilo José Cela. Pues bien, en el último pleno he visto
a Manolo Coronado muy recuperado, defendiendo a la UIR.
Aunque todavía, y con todos mis respetos para el consejero,
no creo que esté a la altura de cualquier ejemplar de Rute.
Paciencia, y barajar: que es lo que cabe decir en
situaciones así.
23.VIERNES
Decepcionante el partido que jugó España frente a
Arabia Saudí: la peor de todas las selecciones
que he visto hasta el momento. Hubo media hora de juego
entretenida, durante el primer tiempo, gracias a la
velocidad de Joaquín con el balón controlado y a su enorme
habilidad para regatear en carrera. Fue el mejor de los
futbolistas españoles. Hacía mucho tiempo que yo no veía al
portuense tan enrabietado y con tantas ganas de demostrar
que ha comparecido en el Mundial, sin la absurda indolencia
que tanto daño le causa. Creo que ya es hora, si no lo
estimula la llegada de Irureta al banquillo del Betis,
de que se le traspase a un equipo grande. De lo contrario,
de seguir en Sevilla alternando ganas con apatía y dejadez,
podemos perder a uno de los mejores extremos que existen en
el fútbol actual. Anduvo Joaquín, durante esa media hora en
la cual la selección funcionó medio bien, a la altura o
quizá mejor, de Robben: jugador de los holandeses y
que actúa en el Chelsea de Mourinho. En cambio a
Reyes, otro pedazo de futbolista, se le ve disgustado y da
la impresión de que se siente ninguneado por Luis. Es, como
ustedes comprenderán, una opinión intuida.
24. SÁBADO
Y en vista de que el Mundial sigue acaparando el interés y
la gente habla y no acaba de cuanto está aconteciendo en los
distintos estadios alemanes. Voy a destacar dos noticias
referentes a dos seleccionadores. La primera corresponde a
Luis Aragonés. Responde éste a una pregunta
que le hace un periodista sobre si él cree en las sesiones
de vídeos para que los jugadores conozcan a sus rivales. Y
Aragonés, en menos que canta un gallo, dijo algo que es de
cajón. “Llevo 15 o 20 años sin usar el vídeo porque los
futbolistas se duermen”. Y lleva toda la razón del mundo. Lo
del vídeo merece más comentario. La otra tiene como
protagonista a Hiddink, seleccionador australiano,
que es capaz de hacer milagros con selecciones escasas de
recursos. Acuérdense de Corea del Sur. Pues bien, los más
destacados futbolistas australianos han dado su opinión en
relación con el técnico holandés a cuyo pueblo,
Doeticnhem, vaya nombrecito, acuden los turistas de
Corea a peregrinar. Pero el halago más destacado lo ha
emitido el defensa Lucas Neill y reza así:
“Cuando la presión se vuelve enorme, toma las decisiones
adecuadas, y siempre acierta”. Con lo cual se cumple algo
que es axioma: los entrenadores, por muy estudiosos que sean
y por más que vean vídeos y bla, bla, bla, sólo demuestran
su sapiencia cuando comienza el partido y nada de lo
preparado les vale. La mayoría, créanme, se pierden en ese
momento. Hiddink, sin embargo, por lo que vemos y, sobre
todo, por lo que dicen sus jugadores, es de los pocos que
reaccionan con prontitud y se enmienda rápidamente sus
errores o los que les causan los rivales.
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