El puerto de Ceuta camina hacia su
desarrollo definitivo. En un período que podría ser inferior
a cuatro años, las instalaciones portuarias contarán con
450.000 metros cuadrados más de superficie, que irá
destinada principalmente a servir de plataforma logística de
contenedores. En el contexto geoestratégico privilegiado del
Estrecho de Gibraltar, que ve pasar anualmente el 22% de los
buques portacontenedores y el 28% del volumen de este tipo
de carga que opera en el mundo, el puerto de Ceuta estaría
capacitado para realizar operaciones en torno a los dos
millones de TEUS, una cifra más que considerable.
Sin embargo la superficie ganada en el desarrollo de las dos
fases de ampliación no se reduce a esto. Unos 55.000 metros
cuadrados irán destinados al uso industrial, dando prioridad
a las empresas de primera transformación que se acojan a las
reglas de origen. Esto se complementerá con otro tipo de
empresas que realicen servicios propiamente portuarios, como
almacenes o depósitos de combustible.
El desarrollo de otros puertos, como el caso del Tánger
Mediterreáneo no debe tomarse como un obstáculo al
crecimiento del de Ceuta, sino todo lo contrario. El nodo
logístico formado por los puertos que dominan la zona
estratégica del Estrecho de Gibraltar tiene muy claro que en
estos momentos, la competencia suma. El tráfico de
contenederos crece a un ritmo superior del 10% y la
formación de sinergias que complementen los servicios de
cada puerto beneficia a todos. Y Ceuta cuenta con el añadido
de ser especialista en el tráfico de combustible.
En este contexto, el puerto de Ceuta no puede relajarse,
sino acometer las reformas necesarias para ocupar el puesto
que ansía en el futuro inmediato de las ‘Autopistas del
Mar’. El ingenio de la Autoridad Portuaria se pondrá a
prueba, pero si el proyecto se resiste, la actuación de las
administraciones públicas puede ser decisiva.
|