El club de Montaña Anyera, organizó el pasado domingo 18 de
junio, la I jornada de iniciación al montañismo. La
actividad iba dirigida a toda aquella persona interesada en
conocer e introducirse en el deporte de la montaña,
especialmente a los más jóvenes.
Un total de 45 participante, en su mayoría niños, se dieron
cita en las inmediaciones del área recreativa de ‘Los
Hornillos’ en la mañana del pasado domingo, donde desde muy
temprano iniciaron un recorrido senderista por las
inmediaciones del área de Calamocarro.
A continuación se impartió un taller de nudos, donde los
asistentes aprendieron a realizar algunos de los nudos más
usados en las actividades de montaña. El uso adecuado de
cuerdas, sus tipos y cuidados. Mosquetones, ochos y cintas
fueron pasando por delante de los pequeños, a fin de que
conocieran estos instrumentos usados en la montaña.
El resto de la mañana se dedicó a la técnica del rapelado ,
los distintos grupos pudieron descender por zonas más o
menos abruptas para familiarizarse con esta técnica de
descenso, que despertó el interés y la inquietud de los
niños. Se instaló una tirolina, por donde pasaron todos los
integrantes del grupo.
Esta jornada pretende ser una actividad formativas
destinadas a los mas jóvenes, que el club de montaña Anyera
quiere dar continuidad en sucesivas ediciones.
Acompañadas también de otras con temas de primeros auxilios,
ya realizado, orientación, interpretación de cartografía,
etc…
La actividad quedó finalizada con la degustación de una
paella en la playa de Calamocarro, donde los participantes
pudieron refrescarse de una jornada donde el calor empezaba
a apretar.
Rápel y tirolina
El rápel es la maniobra más habitual en un barranco y en la
escalada, también la más popular. Pero no todo se reduce
sólo a efectuar rápeles, ni siquiera siempre de la misma
manera. Por razones de seguridad existen métodos diversos y
pasos concretos a seguir.
Mediante el rápel y la tirolina podemos salvar grandes
verticalidades en sentido descendente, son técnicas básicas
comúnmente utilizadas en maniobras individuales,caso del
rápel, o colectivas, de socorrismo y rescate, caso de la
tirolina, por alpinistas, escaladores, espeleólogos...
Tras una serie de actividades se pueden aprender estas
técnicas y las características del material utilizado, tipos
de cuerdas, mosquetones, poleas, bloqueadores y
descendedores, pudiéndose poner en práctica en un entorno
único. Es el mejor pretexto para observar el paisaje
mientras se desliza por encima de las copas de los árboles
colgados de las cuerdas.
La dificultad de estas actividad son poco variables y
solamente varían en el nivel de inclinación de la pared a
descender. Son dos deportes muy ligados, que se pueden
realizar, gracias a la olografía, en mucho lugares de
nuestra ciudad.
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