Sabido es que a medio plazo, el
futuro eje del Estrecho cobrará un serio protagonismo por el
movimiento económico que se le augura en tanto se desarrolle
el Puerto de Tanger-Med, se culmine la ampliación del Puerto
de Algeciras, y Gibraltar continúe siendo potente por el
respaldo evidente de un sólido Reino Unido que lo ampara.
Ceuta debe encontrar su sitio en tan inminente llegada de
grandes movimientos comerciales y reivindicarse como un
lugar igualmente importante pese a que parezca llevar
retraso. En tanto Marruecos se vuelca con la potenciación
del norte de su país (comunicaciones, puerto, turismo...);
La Junta de Andalucía y el Estado se apasionan con el puerto
de Algeciras; y Gibraltar cuenta con el apoyo de uno de los
países más ricos del mundo, Ceuta padece el infortunio del
retraso evidente de la ampliación de su puerto por falta de
recursos dinerarios dado que la Administración Central ya ha
advertido que si el Puerto de Ceuta quiere ampliar
superficie para un muelle de contenedores debe ser con los
propios recursos de la Autoridad. Como si las
administraciones, en su día, no procuraron convertir a
Algeciras en puerto de referencia del Mediterráneo
ninguneando, en su momento a Ceuta.
Esto que supone una parte de la reciente historia de
afrentas a la ahora Ciudad Autónoma, no debe ser óbice para
seguir incurriendo en el error.
España no puede permitirse el lujo de no controlar la
economía en movimiento que se le supone al Estrecho de
Gibraltar cuando dispone de dos puntos de privilegio
(Algeciras y Ceuta). El bunkering, el tráfico de mercancias,
el de pasajeros, el de contenedores son sólo algunas de las
actividades que se perfilan en aumento en el momento que el
llamado eje del Estrecho se encuentre operativo al cien por
cien.
El lugar que ocupe Ceuta en el mismo depende de la
Administración Central, de la Autonómica y de la inversión
privada. Quien no quiera ver esta realidad, no verá el
decisivo futuro que le deparará a la Ciudad Autónoma para
bien o para mal. Los agentes sociales reunidos en la
denominada Mesa por la Economía han analizado el aspecto
interior de Ceuta y han propuesto soluciones evidentemente
razonables y bienintencionadas, pero no contar con el Puerto
como vía de la dinamización económica de la ciudad en sus
exigencias o propuestas, es dejar el banco cojo de una pata.
Es como querer un buen yate sin haber caído en qué tipo de
motor necesita.
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