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Con 2.500 euros en efectivo, Barry L. Goddard acudió a las
oficinas de Mahersa con la intención de abonar seis meses de
alquiler al nuevo precio establecido por la empresa, según
nos relata.
“Pero no me lo han admitido. Me han dicho que antes debo
firmar un contrato por el que tengo que permitir que, en
cualquier momento, mi barco pueda ser movido sin previo
aviso por la empresa. Esto se está convirtiendo en una
cuestión de principios”, reiteraba.
“Hay ya muchos propietarios de Estepona, Fuengirola... que
no van a volver a Ceuta por cómo les han tratado aquí”,
denunciaba a este medio, Mr. Goddard, quien espera que todo
se solucione.
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puerto deportivo
/ contrato
