El temporal de Levante que la Ciudad Autónoma vivió durante
los últimos días ha tenido las consecuencias previstas sobre
el foso de San Felipe: la arena se sigue acumulando en los
bordes del muro, lo cual indica que el espigón construido no
es todo lo eficaz que podía creerse. El servicio de Costas
de Ceuta ha enviado una serie de fotografías a la jefatura
de Málaga (de quien dependemos en esta materia) para que
valore la acumulación de sedimentos y realice las mejoras
oportunas en el espigón si estas fueran necesarias, ya que
corre el rumor de que alguna de las piedras de contención
estuviese dañada o corrida. “Pudiera ser que se hubiera
descolocado alguna piedra de la parte de espigón que se
encuentra sumergida, aunque no es muy probable. Tampoco le
pasaría nada si se moviera porque se trata de un dique
Ahrens, no de núcleo, luego su funcionalidad no dependería
de un posible corrimiento. Sabemos que los calados, por el
momento, siguen siendo los mismos, aunque he mandado que se
realicen 3 ó 4 perfiles para estar seguros”, explicó el jefe
del servicio de Costas de Málaga, Juan Fernández Rañada.
La obra del espigón se recibe dentro de dos o tres semanas y
el problema de que quede mal finalizada es que la empresa
Dragados dejaría de hacerse cargo de ella (salvo la lógica
garantía de un año) y las posteriores modificaciones del
proyecto volverían a costar dinero.
“Aprovechando estos Levantes valoraremos la respuesta del
espigón y tomaremos las decisiones pertinentes”, afirmó
Rañada, quien apuntó que todavía hay un exceso de arena en
la playa de la Ribera que habría que trasladar y recolocar
en el Chorrillo, oscilando la cantidad sobrente entre ocho y
diez mil metros cúbicos.
Juan Fernández Rañada no es partidario de realizar ninguna
modificación en el espigón si no hay verdaderas evidencias
de un mal funcionamiento del mismo, mientras que sus
habituales usuarios, pescadores y propietarios de
embarcaciones de recreo, consideran que el dique no va a ser
eficaz contra los sucesivos levantes.
Según se asegura desde la cofradía de pescadores, la
longitud del espigón debería ser mayor, tanto la parte
emergente como la sumergida. En la actualidad, el dique
cuenta con una zona emergente hasta la piedra del Caballa y
otra sumergida hasta la boya. Por el momento, el asunto ya
ha dejado de ser un rumor para convertirse en una realidad y
ser objeto de estudio, otra vez, del servicio de Costas.
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