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Esta mañana se celebra en el
Ministerio de Administraciones Públicas la primera de las
reuniones del llamado grupo de trabajo de Urbanismo
enmarcado en la Comisión de Transferencias con el objetivo
de que tanto la Ciudad Autónoma de Ceuta como la de Melilla,
recuperen las competencias en materia de Urbanismo y
Vivienda.
Se expondrá sobre la mesa, de esta reunión de carácter
técnico, el desarrollo de las condiciones en las cuales
tendrá lugar la devolución de estos traspasos que el Estado
les retiró a las dos ciudades en aras a evitar la
especulación de suelo en tanto el GIL se hizo con los
gobiernos autónomos de Ceuta y de Melilla.
Pasados los años desde que una Ley de acompañamiento a los
presupuestos generales del Estado decretase la retirada de
las competencias, es lógico pensar que, recuperada también
la confianza en un estado democrático de derecho por el
respaldo que se le supone a los mismos por parte de los
partidos que soportan las siglas de ambos gobiernos en la
actualidad, les sean devueltas las competencias.
Porque en definitiva, estos tráemes y llévames de ahora te
doy, ahora te quito; ahora me fío de tí, ahora no, sólo dan
lugar a que estúpidos como el incalificable Carod Rovira -
ese catalán que no nació en Cataluña- trate a Ceuta y
Melilla de un modo despectivo, como si no le supiera a poco
los que tuvo que soportar su madre por tener un hijo de p...
rovincias como lo es precisamente él. Lo cierto es que ambas
ciudades cuentan con una cierta capacidad de autogobierno
que les proporcionan mecanismos interesantes desde el punto
de vista de las Administraciones Públicas y sus
competencias.
Por supuesto que no queremos ser como la Cataluña que
proclama el elemento Rovira, porque Ceuta y Melilla sienten
con orgullo un amor a España que él no conoce, pero sí
queremos sentirnos iguales entre los iguales y todo comienza
por contar con Urbanismo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
