El día amaneció ventoso en la ciudad y fue motivo suficiente
para que el plan de choque anti medusas tuviera que
suspenderse hasta próximo aviso. Tras otear el estado de las
mareas, los técnicos de Medio Ambiente estimaron complicada
la colocación de mallas ante el fuerte oleaje provocado por
el viento de Levante e informaron a la consejera en la
materia, Carolina Pérez, de que era prioritario que el mar
estuviese en calma. Inicialmente, ayer se tenía que haber
instalado varias redes en el primer y tercer espigón del
Chorrillo, en la Ribera, en el arenal de la Almadraba y en
las playas del Tarajal, pero la fuerza del Levante ha
pospuesto la instalación del sistema preventivo hasta que
arrecie. Estas pruebas piloto cuentan con un presupuesto de
120.000 euros y han sido habilitadas por el procedimiento de
urgencia.
Así, según indicó Pérez, es factible que esta misma semana
se reinicien los trabajos anti medusas que, si bien no
evitarán la llegada masiva de los organismos a la costa de
Ceuta, si servirá de fuerte contrapunto.
Un total de 1500 picaduras se registraron en 2005 y, aunque
las previsiones eran poco alentadoras dado el continuo
aumento del calentamiento marino, la Ciudad no considero
necesario tomar medidas en el asunto. La creciente aparición
de medusas desde el mes de marzo hizo saltar las alarmas
para la temporada estival. La situación actual de las
playas, que amanecen diariamente con ‘aguavivas’ incluso en
la orilla de la Ribera y el Chorrillo es síntoma inequívoco
de que las medusas han venido a pasar el verano a Ceuta.
Las posibles olas de calor estivales incrementarán la
presencia de los organismos en los alrededores de las playas
porque percibirán que ha llegado el momento de la
reproducción. Si a esta situación se le añade la constante
disminución de los depredadores marinos que se alimentan de
medusas, los ánimos de los bañistas dependerán de la
efectividad de las redes.
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