Una expedición de la Pontificia y Real Congregación del
Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Animas y Nuestra
Señora de la Soledad (Congregación de Mena), compuesta por
un total de cincuenta personas llegará mañana sábado día 10
de junio hasta nuestra ciudad para asistir a un sábado
legionario muy especial del 2º Tercio Duque de Alba de la
Legión, ya que en este tradicional acto castrense se
conmemorará la concesión al Tercio de la primera Cruz
Laureada de San Fernando, la cual fue concedida el 5 de
junio de 1923, a raiz de los combates desarrrollados en la
zona de Tizzi Azza, en donde se puso de manifiesto el
“Espíritu de su credo legionario Unión y Socorro”
Nuestro rotativo, puesto en contacto con el administrador de
la Pontificia y Real Congregación del Santísimo Cristo de la
Buena Muerte y Animas y Nuestra Señora de la Soledad,
Ricardo Noguera (más conocido como Yayo), pudo saber que
durante varias semanas han mantenido el plazo de inscripción
para asistir a este acto, finalizando el mismo el pasado día
5 de junio.
Las cincuenta personas que acudirán mañana hasta nuestra
ciudad han tenido que abonar por su inscripción un total de
40 euros para los adultos y de 20 euros para los menores o
jóvenes albaceas que sean estudiantes o desempleados.
Yayo también comentaba a nuestro roatitov que este importe
servirá para abonar a la agencia de viaje los gastos del
autocar de Málaga-Algeciras, el barco de Algeciras-Ceuta,
autocar desde el Puerto de Ceuta hasta el Cuartel de la
Legión y la correspondiente vuelta a Málaga.
Al frente de la expedición malagueña estará el presidente de
la Congregación, Cayetano Utrera Ravassa. Con respecto a
esta visita a nuestra ciudad hay que comentar que no es la
primera que realizan, ya que una representación de la citada
congregación se traslada hasta Ceuta cada 20 de septiembre
para estar presente en los actos conmemorativos de la
fundación de la Legión.
Los lazos existentes entre la Legión y la Congregación datan
del año 1921, año este en el que la Legión realizó la
primera guardia, nombrándo al Santísimo Cristo de la Buena
Muerte, en 1928, Sagrado protector de la Legión.
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