Cuando se está diciendo que la tasa de paro en Ceuta alcanza
el 27 % de la población activa y el incremento ha superado
el 35 % al del año pasado, no se tiene más remedio que
revisar los cánones y averiguar, primero, el diagnóstico y,
después, el tratamiento adecuado a tan grave enfermedad.
Porque, en realidad, se trata de un padecimiento crónico el
que padece parte importante de nuestra sociedad que, por tan
nefasto motivo, venimos en llamar la menos favorecida. Y a
padecimientos crónicos no hay mas remedio que aplicar la
terapéutica apropiada, ya que es inútil la aplicación de
paños calientes que vendrían únicamente a paliar el mal pero
nunca su curación y, menos, evitar que se convierta en
endémico y ocupe más campos de los que ahora viene
invadiendo en el tejido de nuestra sociedad. Según los
últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en
Ceuta la tasa de paro alcanza a 8.700 personas, lo que
implica una cifra del 29,96 %, casi un 50 % mas que en abril
y 2.200 mas que en 2005, es decir, como anteriormente hemos
dicho, un 35,11 % más que el año pasado. Y quiérase o no, la
ociosidad, el no tener nada que hacer y el deambular de un
sitio para otro constantemente, puede producir ansiedad y,
en menor escala pero con peor resultado, crear delincuencia
principalmente contra la propiedad.
Pero siempre comentamos los hechos y nunca, salvo contadas
veces, ofrecemos soluciones y en esta ocasión, dadas las
circunstancias y hechos que se dan en nuestra Ciudad, se nos
pone muy difícil el poder recomendar un tratamiento, que en
principio debe ser de choque (inmediata puesta en marcha,
con incremento de la dotación económica y por ende de los
puestos de trabajo a crear, del Plan de Empleo del Gobierno
de la Nación) y de seguido el estudio, por parte de las
autoridades y entes locales de otros planes que vengan a
dinamizar la creación de empresas, la puesta en marcha de
más incentivos para el aumento de puestos de trabajo si no
fijos, eventuales que con las rotaciones de éstos se
produce, en definitiva, un descenso en las estadísticas de
paro que es de lo que se trata, sin olvidarnos de la gestión
ante las autoridades comunitarias para que se faciliten las
exportaciones a la Unión Europea de manufacturas que se
pudieran producir en nuestra Ciudad (no como ahora sucede
con la única empresa que trata de desenvolverse normalmente
y que las dificultades que entrañan estas exportaciones
pueden dar al lastre con las buenas intenciones, la
inversión y el funcionamiento de la misma) que sean ejemplo
para otras empresas e, inclusive, para reinversión de los
beneficios en la creación de nuevos centro productivos y,
consiguientemente, la bajada del importante censo de parados
registrado en Ceuta.
Por último cabe preguntarnos, cuando vemos tanta inversión
en actividades lúdicas (Fiestas de Agosto, celebración del
Carnaval, Juegos del Estrecho, acogida de infinidad de
Congresos en la Ciudad, subvenciones para actividades
recreativas a asociaciones, a entidades deportivas y muchos
etcéteras más), si no sería también rentable aplicar parte
importante de estas dotaciones económicas a otros fines
dirigidos principalmente a la creación de puestos de trabajo
para atender al numeroso colectivo que en Ceuta, como ha
quedado dicho, demanda un empleo.
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