El sindicato UGT ha hecho público su apoyo a los enfermeros
y médicos de la prisión de Los Rosales, que, desde el pasado
domingo, secundan la huelga nacional del sector. De forma
unánime todos los funcionarios, según informa el área de
Prisiones del sindicato, se ha sumado a la huelga de hambre
en solidaridad con sus compañeros del resto del país. La
reivindicación de los profesionales se refiere a la
retribución de las guardias médicas (tanto las presenciales
como las localizadas).
Desde hace más de diez años, los funcionarios piden que
dejen de considerarse estas horas como un complemento de
productividad, y pase a ser catalogado como trabajo
ordinario. Hasta ahora, esta retribución no puede estar
sujeta al aumento anual del IPC y la hora se abona por
debajo del precio de una normal. Numerosas sentencias han
avalado la posición de los funcionarios, explica UGT, pero
las en ningún caso la jurisprudencia se ha convertido en
realidades económicas.
Esta reivindicación histórica ha llevado a la mayoría de los
servicios sanitarios de las prisiones españolas bien a
encerrarse como medida de protesta, bien a seguir una huelga
de hambre, que es la opción que han tomado los funcionarios
de Los Rosales, aunque sin dejar se desempeñar su labor
profesional.
Hoy, en Madrid, ser reúne la coordinadora de los
trabajadores con la administración para tratar de alcanzar
un acuerdo. UGT señala que, si hay se da el pacto, la huelga
de hambre finalizará; pero si no hay solución, los
funcionarios sanitarios en Ceuta (cuatro médicos y cuatro
enfermeros, entre fijos e interinos) no descartan continuar
con la protesta. La retribución de las guardias es la
principal petición.
A esta reivindicación se añade la integración de estos
profesionales en los servicios públicos de salud; el
reconocimiento del ‘contacto directo’ con los internos (con
la consiguiente implementación de pluses y complementos); y
la entrada en un nivel superior dentro de los puestos de la
carrera administrativa, una vez superado el examen de
acceso.
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