La playa de la Ribera está siendo objeto de numerosas
actuaciones en estos meses previos al verano. A la
definitiva reconstrucción del dique que separa el arenal del
foso de San Felipe incluido su espaldón de refuerzo y la
construcción de un enorme chiringuito resultado de la
concesión de Costas a una iniciativa privada, se añade la
habilitación de las nuevas escaleras de acceso a la Ribera.
Este nuevo acceso, que sustituirá a las dos escaleras
existentes hasta el momento (que se demolerán cuando
finalice la obra), estará abierto al público a mediados del
mes de julio. Una de las razones de esta construcción,
además de que cumple con todas las normas de accesibilidad,
es la protección del baluarte de San Miguel, torreón donde
se encuentra el mirador y uno de los pasos a la playa de la
Ribera.
La obra consistirá en la construcción de unas escaleras en
voladizo apoyadas sobre dos muros de hormigón visto (sin
recubrimiento). Las escaleras llevarán una barandilla de
acero inoxidable, mármol negro en los peldaños y en la
meseta e iluminación indirecta.
La obra, que cuenta con un presupuesto de 102.000 euros y
fue adjudicada mediante concurso público, se completa con un
lavapiés entre los dos muros de hormigón.
El diseño, que corrió a cargo del arquitecto municipal Jorge
Chaves, contempla la inclusión de dos muretes de hormigón
que sobresalen del alzado de la calle Independencia, para
que pueda ser una referencia de la situación del acceso a la
playa para el turista. Como acabado, sobre el hormigón se
incrustará una placa que señalice el nombre de la playa.
La nueva escalera no contará con una rampa para
minusválidos, algo difícil dada la elevada altura que se
debe salvar, por lo que éstos seguirán usando el acceso de
las murallas.
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